Kolibri, consultora de gestión estratégica sostenible de alto impacto, ha identificado y abordado los principales desafíos que enfrentan las organizaciones en su transición hacia la descarbonización, es decir, la implementación de estrategias para reducir su huella de carbono. Dichos desafíos abarcan una amplia gama de aspectos.

En primer lugar, los desafíos financieros se manifiestan en los altos costos iniciales necesarios para implementar tecnologías y prácticas sostenibles. A esto se suman los tecnológicos, ya que muchas organizaciones carecen de acceso a tecnologías avanzadas y eficientes que permitan reducir emisiones de manera efectiva.

Por otro lado, existen importantes retos de gobernanza para diseñar una estrategia integral. El principal es cómo navegar el contexto cambiante sin aislarse de otras partes de la organización, ante lo cual designar a una persona encargada de la integración de los asuntos de sustentabilidad asegurará que estos no se aborden de manera descoordinada ni en silos.

Es importante entender que la resistencia al cambio dentro de la organización, la falta de una dirección clara, la desconexión de actores dentro de la organización y la falta de conocimiento sobre prácticas sostenibles pueden dificultar la adopción de nuevas estrategias. Además, las incertidumbres regulatorias o la falta de claridad en las políticas y regulaciones ambientales pueden generar dudas y obstáculos para las empresas.

La necesidad de actualizar o cambiar la infraestructura existente para adaptarse a prácticas más sostenibles es otro aspecto a considerar. Por último, las compañías deben garantizar que toda la cadena de suministro, incluyendo proveedores y socios, se alinee con las metas de descarbonización para lograr un impacto global.

De acuerdo con Kolibri, las organizaciones han aprendido que la innovación, la colaboración, la educación, la adaptación y la transparencia son esenciales para superar estos desafíos. “Uno de los aprendizajes, es que las organizaciones a nivel regional están buscando diseñar una estrategia integral”, enfatizó Mateo Saavedra, cofundador de la consultora latinoamericana.

Kolibri ha implementado su metodología y estrategias con distintas empresas en México y Latinoamérica para que adopten nuevas tecnologías, colaboren más estrechamente con proveedores y gobiernos, inviertan en educación y capacitación de empleados, y comuniquen de manera transparente sus objetivos y avances en sostenibilidad.

El marco regulatorio en México puede facilitar o dificultar las iniciativas de descarbonización. Aunque existen incentivos fiscales y programas de apoyo para proyectos sostenibles, la falta de claridad y consistencia en las políticas ambientales puede crear incertidumbre para las empresas. “La colaboración con proveedores, gobiernos y otras organizaciones no solo facilita la transición hacia la sostenibilidad, sino que también fortalece las capacidades para impulsar políticas públicas y regulaciones”, añadió Saavedra.

Para facilitar la transición hacia una economía baja en carbono, Kolibri sugiere comenzar con un diagnóstico profundo para luego poder definir metas claras.

Comparación internacional y lecciones aprendidas

México ha mostrado compromiso a través de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y metas nacionales de reducción de emisiones y uso de energías renovables. Sin embargo, aún enfrenta desafíos en la implementación y cumplimiento de estas metas comparado con países más desarrollados. Las empresas mexicanas pueden aprender de las mejores prácticas globales en sostenibilidad, adoptando estrategias exitosas de empresas líderes, fomentando la innovación y estableciendo alianzas internacionales.

Las colaboraciones y alianzas juegan un papel crucial en el éxito de los esfuerzos de descarbonización, facilitando el acceso a recursos y tecnologías, permitiendo el intercambio de experiencias y mejores prácticas, fomentando iniciativas conjuntas. La descarbonización puede tener impactos positivos en la economía y el desarrollo social, incluyendo la creación de empleos, la reducción de costos a largo plazo, y el posicionamiento competitivo en mercados internacionales.

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