Pasamos alrededor de 90,000 horas de nuestra vida en el trabajo, la cifra equivale a una tercera parte de nuestra vida y, aun así, según un estudio hecho por TinyPulse solo 17% de los trabajadores reportan sentirse felices en sus trabajos, solo 17% se sienten valorados y solo 47% sienten que tienen buenas relaciones con sus colaboradores.

“El trabajo es para la mayoría de nosotros nuestro segundo hogar, ¿no deberían nuestros colaboradores ser como nuestra segunda familia?”, cuestiona Arlen Solodkin, fundadora y directora del Instituto de Bienestar Integral y del encuentro Hope Circuit, el cual reúne a las mentes más brillantes de todo el mundo en psicología positiva, desarrollo humano y felicidad para sentar las bases y seguir el objetivo marcado por el doctor Martin Seligman, padre de la psicología positiva, de que el 51% de la población esté floreciendo para 2051.

De acuerdo con la experta quien, desde hace más de una década promueve el bienestar y la felicidad en entornos laborales de la mano de Tal Ben-Shahar, las relaciones interpersonales son clave para nuestro bienestar y es importante ver cómo podemos fomentarlas. Dentro de los estudios mundiales de la felicidad en los últimos años, se ha subrayado una y otra vez que las relaciones interpersonales son vitales para cultivar el bienestar personal y profesional. De hecho, estudios de Gallup muestran que los colaboradores que cuentan con una buena relación con su jefe inmediato y que tienen un buen amigo en el trabajo son siete veces más propensos a sentirse comprometidos con sus objetivos, son más leales a la empresa y menos propensos a irse.

Existe lo que se conoce como Positive Organizacional Scholarship (POS) que estudia cómo las organizaciones pueden potenciar sus fortalezas y construir un funcionamiento óptimo y se centra en entender cómo generar desviaciones positivas tanto a nivel individual, promoviendo vitalidad y prosperidad, como a nivel organizacional, fomentando una economía generosa, alta efectividad, eficiencia, calidad, ética y relaciones de alta calidad. Según la investigadora Jane Dutton, los tres mecanismos clave para estas desviaciones positivas son las emociones positivas, el propósito y las relaciones positivas, siendo estas últimas las más importantes.

La mayoría de las organizaciones reconocen la importancia de las relaciones interpersonales en términos de compartir metas, desarrollar una capacidad de negociación, así como compartir y dividir el trabajo, pero rara vez hablan del impacto de la calidad de dichas relaciones en los niveles de satisfacción, confianza, desempeño y rotación. Según la especialista del Instituto de Bienestar Integral, las conexiones de alta calidad, expanden el pensamiento, reducen las emociones negativas, promueven el aprendizaje, construyen resiliencia, mejoran la imagen que tenemos de los demás, aumentan la cooperación, incrementan el compromiso, disminuyen los conflictos de roles e incluso mejoran nuestra salud psicológica, fisiológica y nuestra satisfacción en entornos volátiles y cambiantes. “Las relaciones positivas dentro de los equipos de trabajo se convierten en factores de protección, una especie de amortiguadores, que ayudan a los colaboradores a hacer frente a la adversidad”, subraya Arlen Solodkin.

En el último año, al menos seis de cada 10 empleados en nuestro país laboró sintiéndose mal físicamente y un 52% lo hizo pese a sentirse mal mentalmente de acuerdo con un estudio publicado por Mercer Marsh Beneficios, titulado Health on Demand 2023. Además, México está entre los países de Latinoamérica donde existe menor compromiso y mayor rotación laboral.

“Estudios realizados a más de 300 mil personas muestran que el impacto en la salud ante la falta de integración social en entornos laborales equivale a fumar, ingerir alcohol o no hacer ejercicio”, señala Arlen y añade: “pese a que en México contamos con la NOM 035 sobre prevención del riesgo psicosocial, todavía hay mucho camino por recorrer, ya que el síndrome de burnout prevalece y los colaboradores se encuentran más agotados que nunca, y el clima laboral negativo es uno de los factores más apremiantes”.

Este panorama denota la necesidad de que las empresas busquen asesoría con expertos en gestión de talento, bienestar y salud mental y física que les permite cumplir con el marco legal. “Muchas empresas incurren en faltas a la Ley Orgánica del Trabajo por desconocer su contenido y las implicaciones legales y económicas que esta situación puede generar, poniendo incluso en riesgo la salud de los trabajadores”, afirma Fernando Rojas, CEO de ESSAD, firma especializada en brindar asesoría y acompañamiento integral a empresas en el ámbito legal, fiscal y de recursos humanos.

Los retos que enfrenta el mercado laboral mexicano dependen tanto de empresas como de las personas que integran los equipos y los responsables de recursos humanos. “Para las empresas el principal reto es la gestión cada vez más exigente e «inteligente» enfocada a la productividad. Frente a ello, deben ser capaces de generar productividad con las personas y no a costa de ellas”, comenta Claudia Cárdenas, head hunter, conferencista, cofundadora y directora de la empresa especializada en asesoría laboral con enfoque en recursos humanos Talent4process.

Para las personas, el reto está en que el paradigma de la seguridad del empleo y de la carrera profesional está cambiando, por lo que deben voltear a verse ellos mismos saber qué necesitan como personas, con el objetivo de no tener disonancias con el empleo y estar permanentemente frustrados, considera Claudia quien, agrega que el reto para los gerentes de RH es encontrar al mejor talento para el momento especifico de esa empresa, no para lo que se conoce, sino para lo que viene alineado a los planes estratégicos de la compañía.

Habilidades psicológicas

Autores como Gabriella Rosen Kellerman y Martin Seligman en la obra “Tomorrowmind” hacen una exploración esclarecedora de las habilidades psicológicas necesarias para prosperar en nuestro mundo laboral en constante cambio. “Ellos profundizan en un concepto que acuñan como «PRISM», un acrónimo de cinco componentes que, según argumentan, crean una mentalidad próspera. Estos son: Prospección, la capacidad de mirar hacia adelante y anticipar el cambio; Resiliencia y agilidad, la capacidad de recuperarse de contratiempos; Innovación y creatividad; Conexión social, la habilidad de fomentar relaciones y conexiones con otros; y Significación, el reconocimiento y comprensión de que el trabajo de cada individuo es significativo y relevante”, explica Arlen Solodkin.

Relaciones de calidad

De todos los componentes del bienestar integral propuestos por el Dr. Martin Seligman, las relaciones positivas son las que influyen en el bienestar tanto personal como laboral de manera más contundente. Los expertos recomiendan estas cuatro formas para construir relaciones de alta calidad:

Juego: realizar actividades con la intención de promover la diversión.

Involucramiento respetuoso: relacionarte con el otro desde un lugar que mande un mensaje de valía, mostrando que el otro es importante para ti.

Habilitación de tareas: ayudar y facilitar a otras personas para que tengan éxito en su desempeño. Se trata de un concepto ligado con el liderazgo al servicio.

Confianza y seguridad psicológica: comunicarle a la otra persona que confías en el/ella, que sabes que van a alcanzar tus expectativas y que son confiables.

“Las organizaciones positivas buscan generar una espiral de positividad ascendente, ven a sus colaboradores como semillas de grandeza, interpretan los obstáculos como oportunidades y saben que el bienestar integral de la organización depende del bienestar integral de sus colaboradores”, concluye Arlen Solodkin.

 

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