Los almacenes verticales son el futuro de la industria logística y de distribución y se están convirtiendo en la tendencia más innovadora de los últimos tiempos, ante la falta de espacio y la alta demanda del comercio electrónico.
Así lo señaló Erick Brunet, director de transacciones de la consultora Newmark en México, destacó que, desde hace muchos años, ha estado la discusión de qué tan vertical puede ser un edificio de almacenaje ya que nadie tiene un estándar de ocupación totalmente verticalizado.
Al utilizar diferentes tecnologías, se puede llegar a ver un auto sustentado o un edificio con capacidad de estibar más allá de seis o siete niveles son robotizados, por lo que es el inquilino el que se hace su propio espacio.
“Se trata de edificios atípicos y normalmente, no corresponde al 100 por ciento de este. Si alguien lo construye, debe amortizarlo a la brevedad porque es un inmueble atípico y más difícil que alguien lo quiera. Esa es la razón por la que no se han verticalizado tanto los centros de distribución”, apuntó.
Los almacenes verticales o almacenes de varios pisos, son comunes en Asia y partes de Europa, donde los precios más altos de la tierra y las densidades de población han obligado a los desarrolladores a construir hacia arriba. En los Estados Unidos, el aumento de la demanda del comercio electrónico y reducción de los días de entrega, han impulsado a los constructores de almacenes a establecer espacios compartido de última milla en áreas metropolitanas.
Erick Brunet consideró que contar con este tipo de espacios de logística y distribución verticales otorga la probabilidad de caber dentro de la ciudad. “Eventualmente las cosas se van a ir hacia allá cuando se abaraten las estructuras robotizadas y los softwares de administración del inventario que son complejos. Estos se conocen como warehouse management systems, los cuales hay que hacer a la medida de cada edificio dado que todos tienen especificaciones distintas.
Probablemente, lo que va a suceder en el futuro es que, habiendo más demanda de los centros de distribución de última milla, el desarrollador tenga el beneficio de la tarea, por lo que eventualmente habrá estos espacios como coworkings de distribución y almacenaje”, afirmó el director de transacciones de Newmark.
Erick Brunet advirtió que, aunque físicamente se puede hacer un almacén vertical y ya existen empresas sumamente sofisticadas que los operan en diversas partes del mundo, por ahora resulta demasiado caro. No se produce todavía en masa el sistema de racking que se requiere y lo que se vuelve casi prohibitivo es el costo del diseño del software de management, el cual se eleva al doble de la ocupación (85%) total de un esquema tradicional.