Ser madre es una experiencia maravillosa, sin embargo, es sumamente agotadora, y las estadísticas lo confirman.
Las mujeres mexicanas de 20 a 59 años destinan casi 31 horas semanales a los quehaceres del hogar y al cuidado de los niños, lo cual, sumando a las 33 horas dedicados al trabajo extra-doméstico, arroja un total de 64 horas de trabajo a la semana.
“Con el tiempo, el estrés que viven para poder cumplir con las tareas del trabajo y del hogar, termina dañando su salud, acelerando su envejecimiento y restándole años con calidad de vida”, comenta Esmeralda Bastidas, experta en medicina regenerativa, funcional y well-aging.
Las estadísticas, nuevamente lo confirman, las mexicanas después de los 35 años mueren principalmente por tumores malignos, diabetes y enfermedades del corazón. Aunque después de los 65 la principal causa de muerte son las enfermedades del corazón seguidas por la diabetes y los tumores malignos
Explica, la doctora Esmeralda Bastidas, también CEO de NEOCLINIC, que el estrés es el principal enemigo de la salud pues daña todos los órganos del cuerpo, incluyendo el corazón y el cerebro.
“El estrés genera una producción excesiva de cortisol, hormona que nos otorga esa energía para hacer todas nuestras actividades. El problema es que con el tiempo se acumula y lejos de darnos energía, oxida nuestras células”.
“El estrés también genera acortamiento de los telómeros” agrega, la doctora María del Mar Guerra, experta en medicina genómica y estética.
“Los telómeros son la punta de los cromosomas (que contienen el ADN), y son el escudo protector del ADN. El ADN guarda nuestro código genético, es decir, contiene las instrucciones de funcionamiento para las células y, por lo tanto, determina cómo funciona nuestro organismo, nuestras características físicas, así como el potencial para desarrollar enfermedades como el cáncer”.
Agrega la también CEO de MEDAE que conforme las células se dividen para regenerar los órganos y tejidos, los telómeros se acortan y ya no pueden cumplir su función protectora.
Con el paso del tiempo, las células, de manera natural, dejan de reproducirse a la misma velocidad que antes y nuestro cuerpo pierde su capacidad de autorregeneración y enferma con facilidad.
“Las pacientes después de los 35 comienzan a presentar envejecimiento prematuro cuya primera manifestación es la pérdida de energía, seguido por la aparición de enfermedades”, puntualiza la doctora Esmeralda Bastidas, miembro de la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO).
Este daño, coinciden las especialistas, también se observa en piel que pierde la elasticidad, firmeza y lozanía que caracteriza a la de las mujeres jóvenes.
La buena noticia, añaden, es que las mujeres pueden recuperar su cuerpo célula a célula, frenando el desarrollo de enfermedades y el envejecimiento prematuro o acelerado. El secreto está en el biohacking.
Biohacking, el regalo que devuelve juventud y salud a mamá
“El biohacking es un nuevo enfoque en la salud que busca mejorar el rendimiento humano a través del hackeo o el reseteo (reset) de la información contenida en las células, que favorecen el desarrollo de enfermedades, el envejecimiento prematuro y la pérdida de años y calidad de vida” explica la doctora María del Mar Guerra.
Para lograrlo, coinciden las especialistas, se vale de 6 pilares:

  1. Estudios genéticos: Existen estudios que permiten ver qué edad en realidad tiene nuestro cuerpo (con base en el tamaño de los telómeros), así como la predisposición a ciertas enfermedades, para personalizar tratamientos e indicar cambios en el estilo de vida.
  2. Control de estrés: A través de dispositivos que trabajan con resonancia sónica o lumínica, es posible coadyuvar para que el sistema nervioso gestione mejor el estrés y los niveles de cortisol bajen.
  3. Nutrición celular: Corregir desbalances o deficiencias en nutrientes es posible a través dosis precisas de vitaminas, minerales y antioxidantes, que al ser suministradas vía intravenosa logran una absorción al 100% favoreciendo la expresión de genes vinculados a la salud.
  4. Terapia celular: Consiste en llevar a todos los órganos y tejidos, células madre, materia prima del organismo para que los regeneren o reparen si existe algún daño, al tiempo que producen nuevas células, pero sin información dañada.
  5. Control hormonal: Logra equilibrar la producción de hormonas, sustancias producidas por el cuerpo que ayudan al óptimo funcionamiento del metabolismo, favoreciendo la expresión de los genes vinculados a la salud.
  6. Tratamientos estéticos: Nacidos de la medicina regenerativa, existen procedimientos no invasivos que promueven la producción de colágeno y elastina, proteínas que mantienen su estructura y firmeza; así como biomoléculas que ayudan a conservar su humedad y volumen, además de mitigar los signos del envejecimiento.

“Cada mujer y madre es diferente, no todas requerirán de la totalidad de los tratamientos, sin embargo, qué mejor regalo para ella que devolverle la salud, la energía y calidad de vida”, concluye la doctora Esmeralda Bastidas, también miembro de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M).

 

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