El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) dio a conocer que conforme se van dando a conocer los resultados de los principales indicadores macroeconómicos se confirma un menor dinamismo de la actividad económica en 2024. En este contexto, los especialistas anticipan un menor crecimiento de la actividad económica para el presente y el siguiente año.

Las más recientes encuestas de expectativas anticipan un crecimiento de 1.5 por ciento del PIB para 2024, significativamente por debajo del avance de 3.0 por ciento que se preveía en el marco macroeconómico del Precriterios 2025 publicado en abril pasado.

Lo preocupante es que esta perspectiva se extiende para el próximo año, toda vez que el pronóstico de crecimiento ya se ubica por debajo del 1.5 por ciento, frente a la estimación oficial de 2.5 por ciento. Incluso en algunos casos ya se aprecian pronósticos por debajo del 1.0 por ciento.

En este contexto, el INEGI informó que, de acuerdo con el indicador oportuno de la actividad económica (IOAE), el indicador global de la actividad económica (IGAE) cayó 0.1 por ciento en septiembre, acumulando dos meses consecutivos con variaciones negativas. De esta manera su tasa de crecimiento anual se ubica en solo 0.5 por ciento, la más baja desde marzo del 2021.

Con la estimación oportuna de septiembre del IGAE, el crecimiento anual para enero-septiembre se ubica en 1.5 por ciento.

En materia de inflación aún se percibe cierta resistencia a la baja. En la primera quincena de octubre los precios al consumidor aumentaron 0.43 por ciento, principalmente por un efecto estacional que refleja en buena medida el aumento en los precios de le electricidad tras la terminación del programa de tarifas de temporada cálida. Así, la inflación anual pasó de 4.50 por ciento en la segunda quincena de septiembre a 4.69 por ciento en la primera de octubre.

En cuanto al consumo, los avances son moderados. Por una parte, las ventas al menudeo aumentaron 0.1 por ciento en agosto respecto al mes anterior. Sin embargo, es importante señalar que este avance respondió al aumento en solo tres de los nueve subsectores que integran el indicador general. Las ventas de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco crecieron 0.7 por ciento, las de artículos de papelería, para el esparcimiento y otros artículos de uso personal 0.6 por ciento y las de tiendas de autoservicio y departamentales 0.3 por ciento. No obstante, en su comparación anual las ventas minoristas se mantuvieron en terreno negativo al mostrar una caída de 0.8 por ciento, acumulando tres meses consecutivos a la baja.

Con el objetivo de alcanzar y mantener un mejor desempeño de la actividad productiva es necesario una política pública que considere diversos frentes. Es importante insistir en un entorno que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía.

Por otro lado, la relocalización ha puesto a México en una posición privilegiada a nivel mundial. Sin embargo, las oportunidades que ofrece este proceso no son eternas. Se debe tener en consideración que se pueden generar beneficios importantes  para toda la población, siempre y cuando exista un entorno sólido de estado de derecho, una mayor protección de los derechos de propiedad y un sistema financiero más desarrollado.

 

 

 

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