Eduardo López Moreno, director interino de la Oficina para México y Cuba de ONU-Hábitat, declaró a este reportero que diversos apartados de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, debido a la pandemia del COVID-19 tendrán un atraso de 10 años en su cumplimiento.
Explicó que los datos son concluyentes y algunos ODS no tienen avances, muchas estrategias registran retrasos, programas detenidos, etc., por ello, replicó que urge ponerse a actuar en la nueva normalidad, con programas urbanos y sociales para salir adelante.
Recordó que establecieron un programa de orden urbano y municipal con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), para tener una guía metodológica de recuperación socioeconómica municipal en contexto de COVID-19.
Mencionó que los municipios son el frente de batalla para controlar a la COVID-19. “Al momento, tenemos un trabajo piloto de 100 municipios para verificar las acciones de mejora urbana, social y sanitaria, que esperamos se puedan adaptar en los poco más de 2,400 municipios que existen en México”.
De acuerdo a datos a ONU-Hábitat, la realidad mexicana indica que los municipios deben impulsar el empleo local y el desarrollo social, para controlar el desempleo como la violencia. Además, los jóvenes deben ser considerados como un actor social que puede ayudar a encontrar soluciones urbanas.
“Esperamos que cada municipio tenga sus planes de gobernanza. Igualmente, requieren impulsar la importancia que significa la resiliencia urbana, abrir espacios sociales y las áreas de atención ciudadana en sus territorios”, detalló.
El directivo de ONU-Hábitat enfatizó que el organismo internacional tiene un mecanismo en línea para dar cursos de formación para atender las necesidades que tiene cada municipio. La información sobre el desarrollo municipal que impulsa ONU-Hábitat se localiza en: (www.guiamunicipalcovid19.info).
El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), detalla que la falta de espacios adecuados en las viviendas de la clase desprotegida, imposibilita que millones de personas vulnerables cumplan a cabalidad con las medidas de sana distancia que frenan la velocidad de propagación del COVID-19.
Por su parte, Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), indicó a periódico AM Querétaro que las políticas de la vivienda social en México tendrán algunas modificaciones por la COVID-19.
Explicó que la adaptación de la vivienda social a su contexto y las políticas sociales de las unidades habitacionales fue abandonada en los sexenios anteriores, situación que se busca modificar en la 4T y adaptar los hogares a la nueva normalidad.
Indicó que el modelo de vivienda social deberá ser adaptativa a las realidades familiares, desde aquellas que disminuyen o aumentan de integrantes. “El principal problema que apreciamos es el hacinamiento de las personas. Debemos enfocarnos en la ampliación de la vivienda y establecer un programa y política que atienda ese rubro”.
Independientemente de la COVID-19 se debe aceptar el reto de que este gobierno considera a la vivienda como un derecho humano y tenemos que avanzar para evitar que la gente padezca de hacinamiento y tengan espacios adecuados para las familias.
Meyer Falcón destacó que se busca ampliar el programa de mejoramiento urbano y apoyar en la actualización de planes municipales de desarrollo urbano, fortalecer las estrategias de créditos para la vivienda, un programa emergente de vivienda social y la estrategia de Movilidad4S.
CIUDADES RESILIENTES VS. COVID-19
Las ciudades inteligentes que son fomentadas en algunas regiones del planeta, se caracterizan por respetar el transporte sustentable, las áreas verdes y los hogares tecnológicos, aspectos que deberán modificarse y adaptarse a la nueva realidad derivada del COVID-19.
Al respecto, Juan Flores, director de investigación de mercados de la empresa Newmart Knight Frank, dijo que la COVID-19 es algo nunca visto y transformará para siempre la sanidad y los espacios urbanos.
Denunció que “en México es lamentable que los planes urbanos inteligentes estén muy lejanos de los proyectos gubernamentales, pues cada sexenio, las autoridades federales, estatales y municipales, no mantienen los planes de urbanismo de autoridades pasadas y siempre es un recomenzar en los proyectos a establecer a favor de las ciudades”.
Ejemplificó que Cancún, Quintana Roo, nació bajo el precepto de ser un polo turístico donde toda la población viviera exclusivamente del turismo de forma sustentable, pero al paso de unos 50 años se ha convertido en una urbe desbordada por el desorden urbano.
A diferencia de urbes que están creciendo de forma más ordenada y con planeación social, como son los casos de Tijuana, Torreón, Ciudad Juárez, San Luís Potosí, Guanajuato, León, Querétaro, Aguascalientes y Toluca.
Según el Smart City Index, de la empresa Intel, las cinco ciudades más inteligentes y eficientes del planeta en términos de movilidad, salud, seguridad y productividad son: Singapur, Londres, Nueva York, San Francisco y Chicago.