Con la reapertura de los hoteles y la gradual reactivación del turismo, es indispensable que las estancias de alojamiento piensen en la seguridad de sus huéspedes ante la presencia del COVID-19.
A pesar de que hay ciertos lineamientos establecidos por las autoridades sanitarias para hacer frente al virus, la implementación de estas medidas corre a cargo de las mismas empresas; no obstante, algunas de ellas encaminan todos sus esfuerzos para dar un ‘plus’ a sus protocolos de bioseguridad, pues de ello dependerá la preferencia de los huéspedes.
Ante la nueva normalidad es un hecho que la dinámica de estos lugares está cambiando y lo seguirá haciendo. De acuerdo con Miguel Casas, director general del hotel El Ganzo, ubicado en uno de los principales destinos turísticos del país, Los Cabos, Baja California Sur, “los procesos operativos tienen que irse adecuando a distintos estándares que garanticen bioseguridad a la gente que nos visita, y no solamente hablando de huéspedes, sino también clientes de los restaurantes o centros de consumo”.
La pandemia pegó fuerte a esta industria, que reportó caídas de hasta 97% en algunas entidades del país, aunque poco a poco el mercado internacional y, sobre todo, el nacional, está regresando a estos lugares.
Pero para revertir esos números es indispensable apostar por la confianza de los huéspedes y ello se logra con acciones permanentes de sanitización y fuertes medidas de bioseguridad. “La decisión de hospedaje de un huésped en esta nueva era debe de estar basado en los protocolos que el hotel está ejecutando para garantizar la seguridad durante su estancia”, señala Casas.
A mediados de julio, la Secretaría de Turismo (Sectur) del gobierno mexicano presentó el sello Punto Limpio V2020, un protocolo para incentivar el turismo que garantiza a los visitantes que, tanto el hotel como demás sitios durante su estancia, cuentan con adecuados protocolos de sanidad, ya que la certificación cuenta con el respaldo de la Secretaría de Salud del gobierno mexicano.
Esta medida es de carácter voluntario, o sea que depende de los establecimientos solicitar su aprobación. Los Cabos fue uno de los primeros destinos en registrar solicitudes de certificación con un arranque de 400 empresas en proceso. También, como destino, esta zona cuenta el sello ‘Viaje Seguro’, otorgado por el World Travel & Tourism Council.
Estas son algunas de las normas que deben considerarse antes de alojarse en una estancia:
Check In seguro. Desde que el huésped llega al lobby los empleados le deben recibir usando careta, cubrebocas y manteniendo una distancia mínima de 1.5 metros. Igualmente tienen que tomarse la temperatura corporal antes de ingresar, contar con tapetes sanitizadores de zapatos y desinfección de maletas.
Distribuir gel antibacterial. Los hoteles deben contar con dispensadores de alcohol gel a disposición tuya para ayudar a disminuir la propagación del virus.
Uso de cubrebocas. El uso de cubrebocas no es sólo para el personal del hotel; usted, como huésped, también debes usarlo.
Desinfección constante de superficies. Las áreas comunes, restaurantes y habitaciones donde estará, deben tener estricta limpieza además de sanitización para asegurar no sólo espacios limpios, sino también libres del virus. Estas acciones deben hacerse varias veces al día dependiendo de la afluencia de gente.
Restaurantes seguros. Los hoteles que cuentan con restaurante, bar o áreas de consumo de alimentos deben poner especial atención a estos sitios, porque hacerlos seguros implica reducción de mobiliario para garantizar la ‘sana distancia’, eliminar folletos o menús físicos y desinfección constantes de sillas, mesas y pisos. Muchos de estos sitios usan códigos QR para que pueda descargar un menú digital. Tampoco podrán ofrecerle el servicio de buffet.
A pesar de que estas son las normas mínimas y esenciales, algunos hoteles hacen aún más estrictos sus protocolos, ya sea incrementando la distancia física entre el cliente y los trabajadores o desinfectando con mayor frecuencia las áreas comunes, incluso sugieren a los huéspedes el pago por medios electrónicos para evitar el uso de efectivo.