Sin embargo, sólo 1 de cada 10 mexicanos planea celebrar fuera de casa. Para el 3%, la independencia debe celebrarse en una fiesta mexicana. El 2% incluso asistirá a la alameda a escuchar el grito, mientras que otro 3% piensa acudir a algún restaurante o bar.
El 70% de los mexicanos hará cambios en sus hábitos de su celebración patria. El 53% festejará con su familia, el 38% con su pareja, el 35% con los hijos y sólo el 7% con algunos amigos.
“Por la contingencia, el día de la independencia se conmemorará en casa, principalmente. Sabemos que el 20% hará cambios menores en su festejo y que el 10% no prevé celebrar. Este es un porcentaje menor, ya que pese a la situación permea el sentido de pertenencia en los mexicanos”, indica Roberto Rojas, Research Manger, Analytics, Kantar.
El 84% de los mexicanos celebrará con una cena familiar. Para ello, el 78% planea comprar los ingredientes necesarios, sin olvidar alguna bebida alcohólica para acompañar los alimentos. De hecho, el estudio revela que el 68% comprará refrescos, el 66% botanas saladas, el 52% bebidas alcohólicas, 43% adornos para decorar y 22% dulces y chocolates. Solo el 15% pedirá comida a domicilio.
Algunos de los guisados que se suelen hacer y que son representativos en estas fechas son los sopes, quesadillas, pozole, pambazos, tostadas, chiles en nogada, enchiladas, chilaquiles, pancita, mole y tamales. El año pasado, el 74% de los mexicanos consumió en promedio 2 veces a la semana alguno de los «platillos patrios», dentro de casa entre los meses de julio a septiembre.
“Entre los platillos que se prepararon en el hogar, los sopes, quesadillas, enchiladas, chilaquiles, tamales, mole y pozole son en los que se centraron el 90% del canasto de guisos patrios, por lo que vimos que creció un 7% en consumo en casa vs el mismo periodo del año anterior”, explicó Mariana Cruz, Out Of Home & Usage Food Manager de la División Worldpanel de Kantar México.
Los mexicanos mayores de 41 años son quienes destacan en el consumo de la mayoría de estos platillos patrios dentro de casa. Aunque, también se vio que los niños de hasta 7 años gustan más de pambazos; de 14 a 24 años resalta la ingesta de mole; de 25 a 40 años el pozole, las tostadas y los tamales.
El consumo de estos alimentos se da principalmente los fines de semana, debido al sabor, luego al antojo y a la costumbre. Aunque también destacan otros motivos como ser una ocasión especial.
“El ser mexicano va más allá de llevar un sello de origen, costumbres y tradiciones del lugar donde se ha nacido. Tiene un significado más profundo, ya que es una forma de ser, de ver y de vivir la vida”, comentó Rodrigo García, Qualitative Director, Insights Division Kantar.
En su estudio cualitativo sobre la “Mexicanidad en tiempos de COVID-19”, se identificó que el juego de la lotería mexicana tiene íconos muy representativos que se vinculan con los códigos que construyen al mexicano:
LA BANDERA: El mexicano no siempre está contento con la situación económica, política o social del país, pero se siente orgulloso de vivir en libertad, tranquilo, y de que México está lleno de color y cultura, así como de lugares hermosos qué visitar como el Zócalo, Teotihuacán, Cancún, Palenque, Tequila, el Parque Fundidora, entre otros.
EL JARRITO: Ama sus tradiciones, sus costumbres, su folklore, su comida, su gente, su cultura y el mariachi. Las nuevas generaciones comienzan a darle un resignificado y revalorización a estos símbolos, más allá de un exacerbado nacionalismo.
EL VALIENTE: México lo hace su gente amable, hospitalaria, cálida y trabajadora, que echa pa’lante, que es ingeniosa y creativa para ser exitosa. “De lo que me enorgullece como mexicana es su gente, que trabaja y saca a su país adelante”.
LA BOTELLA: El mexicano lleva la fiesta en las venas. Siempre busca un motivo o pretexto para celebrar y convivir, ya sea con la familia, amigos o gente cercana. Al mexicano no le gusta estar solo es por eso que busca motivos para estar con más personas. “Es una forma de escape, para olvidarnos de nuestros problemas”. El mexicano es alegre, fiestero, divertido y lo caracteriza la picardía.
EL CAZO: “Barriga llena corazón contento” es uno de los lemas del mexicano, no solo le gusta la comida, la ama. Es su medio para consentirse y darse un gusto. Por medio de ella demuestra y da afecto, aunque no siempre sea lo más saludable: es amante de los tacos, del chile, de las quesadillas, del sope o cualquier otra garnacha.
EL COTORRO: El mexicano no se toma las cosas tan seriamente, le gusta reírse de sí mismo, hace chistes y memes de los problemas y adversidades, se ríe de la muerte para encontrar el lado amable. Esto no quiere decir que no le importe la situación, sino que trata de aligerarse la vida y le permite seguir adelante con una mejor actitud.
El DIABLITO: Representa su humor picante, alburero, mal hablado. “Sabes que es mexicano por cómo habla o cuando te dicen ¿eres mexicano? y te dicen “¡¿qué onda wey?!” Tiene un sentido del humor divertido, hace chistes, es creativo para el doble sentido y el juego de palabras que los extranjeros no entienden.
EL CORAZÓN: Lo que más valora y atesora el mexicano es la familia, ya que representa todo para él. Se cobija, se apoya y da todo por ella, es decir es su motor para luchar todos los días y salir adelante en las buenas y en las malas. Es por ello que siempre busca la compañía de sus familiares y amigos, ya que está acostumbrado a la convivencia, a las reuniones que muchas veces son numerosas.