Tras los fallidos intentos y repercusiones en la salud de la vacuna de la farmacéutica AztraZeneca; que la empresa Pfizer sigue aún sin llegar a la fase tres; la misteriosa vacuna Sputnik-V de Rusia que tiene la desconfianza global y; que Donald Trump, presidente de Estados Unidos habla que tiene la vacuna lista para octubre y que declara que el COVID-19 sólo afecta a los adultos mayores –esa nación supera los 200 mil muertos por la pandemia-.

Estos hechos conllevan a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) regrese a las bases de la medicina y se declara abierta a escuchar propuestas de tratamientos de herbolaria para contener la COVID-19.

Un caso singular, es la empresa Ikänik Farms, Inc., filial colombiana de Pideka SAS, que informó que los resultados de estudio COVID-19 realizado por un laboratorio independiente, utilizó bases genéticas de cannabis, presentan avances para ser usada en un posible tratamiento del COVID-19.

“Nos complace anunciar los resultados de nuestro estudio COVID-19 y las implicaciones positivas para el ciclo de replicación del virus», dijo Brian Baca, CEO de Ikänik Farms.

La compañía proporcionó al Grupo de Inmunovirología de la Universidad de Antioquia («UdeA»), de Colombia, muestras de múltiples cepas certificadas agronómicamente cultivadas en Casa Flores.  El análisis fue realizado por «UdeA» y concluyó que las cepas inhiben hasta el 62,5% del SARS-CoV-2.

Las pruebas fueron realizadas por el Grupo de Inmunovirología de UdeA en su laboratorio A1 Biosafe para determinar la actividad antiviral de los cannabinoides y el virus aislado del SARS-CoV-2. La Universidad llevó a cabo dos grupos de experimentos, siguiendo la metodología internacional utilizada para determinar el efecto antiviral de los compuestos para la mitigación del SARS-CoV-2.

«Estamos encantados de colaborar con la UdeA, siendo la primera institución académica en Colombia en aislar el virus. Continuaremos nuestra investigación a nivel internacional con la esperanza de encontrar una solución con cannabinoides viable para la actual crisis mundial», dijo Borja Sanz de Madrid, presidente de Ikänik International.

Sobre el uso de la herbolaria tradicional, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, declaró que  México es un país que tiene una enorme riqueza cultural ancestral y ha sido motivo de múltiples investigaciones científicas formales, por supuesto también antropológicas y etnobotánicas, la herbolaria mexicana.

La herbolaria mexicana tiene una tradición milenaria y desde hace muchos años existe el Códice De la Cruz-Badiano, que describe un amplio repertorio de plantas medicinales mexicanas y en la época contemporánea, el Instituto Politécnico Nacional y el Instituto Mexicano del Seguro Social han analizado infinidad de plantas medicinales.

La OMS informó que la primer planta que se estudia para obtener un posible tratamiento contra la COVID-19 es una bebida hecha a base de la planta Artemisia, conocida como Covid-Organics, que es producida en Madagascar, África.

Otro caso de planta medicinal que se analiza contra la COVID-19, es analizada por la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, que investiga a una planta pariente del tabaco, la Nicotiana benthamiana, podría usarse para control del coronavirus.

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