Dado que se espera que las primeras autorizaciones de uso de emergencia para vacunas del COVID-19 entren en vigor en el último trimestre de 2020, los proveedores logísticos se enfrentan al desafío de establecer rápidamente cadenas de suministro de material sanitario para poder suministrar sueros en cantidades sin precedentes: más de 10.000 millones de dosis a distribuir en todo el mundo.

Al respecto, la empresa de mensajería DHL y el despacho McKinsey & Company publicó un estudio sobre el establecimiento de una logística estable para vacunas y material médico durante el COVID-19 y en futuras crisis sanitarias.

Actualmente, se están desarrollando y ensayando más de 250 vacunas en siete plataformas diferentes. Con la cercanía de una factible vacuna del COVID-19, es probable que se impongan rígidos requisitos en materia de temperatura (hasta -80°C) en determinadas vacunas para asegurar que se mantenga su eficacia durante su transporte.

Esto plantea nuevos desafíos logísticos en la cadena de suministro existente para productos sanitarios, que normalmente distribuye vacunas a ~2–8°C.

En el estudio, se evalúa cómo abordar de manera efectiva el transporte de vacunas en calidad de producto altamente sensible a las temperaturas.

La magnitud de esta tarea es enorme, pues para ofrecer una cobertura global con las vacunas del COVID-19 se requerirán hasta ~200.000 envíos en contenedores, ~15 millones de entregas en cajas refrigeradas y ~15.000 vuelos a lo largo de las diversas estructuras de la cadena de suministro.

“La crisis del COVID-19 se ha manifestado con una magnitud y un impacto sin precedentes. Los gobiernos, las empresas y el sector logístico han tenido que adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos. En nuestra calidad de empresa de logística global, queremos compartir nuestra experiencia de funcionamiento durante una de las mayores crisis sanitarias de la historia reciente, para así desarrollar estrategias en un mundo cada vez más interconectado”, explica Katja Busch, Chief Commercial Officer DHL.

“Para proteger las vidas humanas frente a la pandemia, los gobiernos han desarrollado un papel más activo en las cadenas de suministro de material sanitario. En los últimos meses, hemos demostrado que una planificación suficiente y las cooperaciones adecuadas en la cadena de suministro pueden jugar un papel determinante en el aseguramiento por parte de los gobiernos de suministros sanitarios críticos”, añadió.

Desde el inicio de la pandemia, ha aumentado la demanda de suministros médicos. Por ejemplo, UNICEF adquirió 100 veces más mascarillas y 2.000 veces más guantes de uso médico que en 2019.

El traer los suministros médicos desde un origen distante para que pudieran usarse en primera línea ha sido una de las actividades más esenciales de la gestión de respuesta a la pandemia en la primera fase de la emergencia sanitaria.

Para asegurar un suministro estable de material médico en futuras crisis sanitarias, los gobiernos deberán establecer un esquema detallado de estrategias y estructuras para crisis de la salud pública, en colaboración tanto con el sector público como con el privado, indica el estudio.

Para iniciar el diálogo entre los diferentes actores y mejorar la resiliencia ante la pandemia en la logística de suministros médicos, el estudio ofrece un marco para la colaboración de las empresas logísticas con autoridades, políticos, ONGs y con el sector de ciencias de la vida.

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