La desinformación alrededor de la migraña es un factor importante que puede afectar el día a día de las personas que viven con este padecimiento. “Actualmente, el 15% de la población mexicana padece migraña y tiende a disminuir la productividad en 8 de cada 10 personas. Esta falta de productividad es resultado de los síntomas durante los ataques”, refirió Yuriria Carmona Valle, gerente del Área Médica de Neurociencias en Novartis México.

Por esa razón, se considera que es una enfermedad incapacitante y de ahí la importancia de que la población reciba un tratamiento específico para su migraña y conozca todo lo relacionado con esta enfermedad, como los síntomas, estigmas y los factores desencadenantes, añadió.

La doctora explicó que la migraña implica ataques recurrentes de dolor de generalmente de la mitad de la cabeza (hemicránea = migraña) de moderado a intenso y puede estar asociada con náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz, el sonido y los olores.

Existen dos tipos de migraña; de acuerdo al número de días al mes que la persona presenta un ataque con estos síntomas; en la episódica se presentan de 5 a 14 días por mes y en la crónica 15 o más al mes.

Comentó sobre el tema que “el neurólogo después de realizar el diagnóstico de migraña determina el tipo de tratamiento apto para el paciente, considerando la frecuencia e intensidad de sus ataques, así como otras características. Puede ser un tratamiento para el cuadro agudo o para la prevención, si el paciente es candidato a recibirlo.”

De acuerdo con un estudio reciente realizado entre KPMG y Novartis México, se estima que actualmente la migraña afecta al 17.37% de la población económicamente activa (PEA) del país. Además, el 41% del impacto económico es originado por las pérdidas relacionadas con la productividad laboral.

Un ataque de migraña se puede desencadenar por diferentes factores, los cuales se pueden evitar o controlar. Al respecto, el Dr. Ildefonso Rodríguez Leyva, presidente electo de la Asociación Mexicana de Cefaleas y Migraña A.C (AMCEMIG) mencionó que “el estrés es uno de los factores desencadenantes más comunes de un ataque de migraña. Incluso, en la actualidad, se podría considerar el principal; como resultado de los cambios que la mayoría de la población ha tenido que enfrentar en su vida personal y laboral por la pandemia.

Existen otros como los cambios hormonales, el tabaco, el alcohol, la abstinencia de bebidas como la cafeína, así como sustancias en los alimentos como la tiramina en semillas y lácteos; los taninos del vino y los edulcorantes, entre otros, que también son considerados desencadenantes”, agregó.

El experto resaltó que “cuando un paciente acude al especialista, como parte del tratamiento integral, se le recomienda iniciar una bitácora o registro de los alimentos que consume en su día a día, así como de las actividades fuera de lo normal que haya realizado antes de un ataque doloroso de migraña. Esto ayuda a detectar esos factores que el paciente tiene que evitar y de igual forma permite determinar acciones y cambios en su estilo de vida”.

Adicional, hoy es muy común recurrir a técnicas de relajación, que ayuden a disminuir el estrés tales como el yoga, mindfulness, la meditación, biofeedback (retroalimentación) entre otros. De igual forma, hacer algunos cambios en el estilo de vida, por ejemplo, dormir mínimo 7 a 8 horas y hacer ejercicio en forma cotidiana.

Por otro lado, recibir un tratamiento determinado por un especialista es también un factor clave para recuperar los días perdidos a causa de los ataques de migraña y disminuir el ausentismo y presentismo que esta provoca.  

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