De acuerdo al estudio “De donde vienen las Fake News y hacia dónde se dirigen”, de Human Conections Media, un 61 por ciento de la población mundial considera que ha estado expuesta a las Fake News y 87 por ciento de los encuestados, señala que el Internet empeora la difusión de las falsas noticias.

Además que un 56 por ciento de la población se muestra preocupado por las falsas noticias, que se catalogan como factores que provocan desinformación, crisis y miedo social.

Entre los encuestados en México, al principal medio que es catalogado responsable de falsas noticias es Facebook, Twitter, Web (búsquedas), Youtube, Blog y Mainstream media. Mientras que a nivel mundial la lista la encabeza: Facebook, Twitter, Web (búsquedas), Youtube, Blog y Mainstream media.   

Las noticias falsas son un 70 por ciento más probables de ser compartidas en las redes, que las verdaderas, independientemente del tipo de contenido y del perfil del usuario digital.

Por su parte, 82 por ciento de la población mundial usuaria de Internet responsabiliza a las redes sociales de la divulgación de las Fake News. Mientras que 81 por ciento responsabiliza a los trolls digitales.

Las noticias falsas siempre existieron, sin embargo, hoy están cerca de consolidarse como una nueva epidemia global con perfil digital. Aparentemente más de la mitad de la población mundial considera haber estado expuesta a algún tipo de Fake News y estaría asocianda a la proliferación de este tipo de contenidos con Internet.

La preocupación por esta cuestión parece crecer, pues se asocia a Internet con el crecimiento del fenómeno, señalando específicamente a las redes sociales como las más culpables de esta situación.

Además del contexto tecnológico, pareciera haber un “factor emocional” que también estaría contribuyendo a la proliferación de noticias falsas. El contenido falso estaría más orientado a generar emociones de tipo negativas o de sorpresa, más proclives a querer ser compartidas, incluso a una alta velocidad.

Hay contenidos falsos que tienden a ser más compartidos que otros y tal parecería ser el caso de los contenidos vinculados a la política o las leyendas urbanas. Hay momentos que parecerían exacerbar esta tendencia, como elecciones, crisis, entre otros.

Una de las consecuencias que se está visualizando es una vuelta a las “fuentes institucionalizadas”, es decir fuentes de información con trayectoria y asociadas a “canales clásicos de información”.

Por el momento el escenario se muestra confuso, en cuanto a la posibilidad de ponerle un freno a la cuestión, sin embargo la educación en torno al tema es uno de los factores más mencionados en México. Lo que sí parece estar claro es que la confianza como valor, principalmente la confianza en plataformas digitales, se ve golpeada y que esto podría reducir la eficiencia de la comunicación digital.

La encuesta se realizó a 25 mil usuarios de Internet en 25 economías: Australia, Brasil, Canadá, China, Egipto, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hong Kong (China), India, Indonesia, Italia, Japón, Kenia, México, Nigeria, Pakistán, Polonia, Rusia, Sudáfrica, República de Corea, Suecia, Túnez, Turquía y Estados Unidos.

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