Según datos publicados por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados en 2019, en México se desperdicia casi el 35 por ciento de lo que se produce. La mayor parte del desperdicio tiene lugar en la cadena comercial y los alimentos en los que más merma hay son la carne de cerdo (40 por ciento), pescado (37 por ciento), carne de res (35 por ciento) y tortilla (28 por ciento).
En este contexto nace Dilmun, una plataforma de venta a domicilio de alimentos que conecta a productores mexicanos con consumidores finales con un esquema de comercio justo y de calidad.
“Lo que nosotros hacemos frente a otros puntos de venta físicos es reducir los intermediarios y optimizar la cadena de suministro y la parte logística del productor hacia nuestro almacén. Esto nos permite disminuir casi al 100 por ciento las mermas, que son sólo del 0.5 por ciento, reducir los costos, tener precios competitivos por productos de buena calidad y un pago justo para los productores, muchos de los cuales viven en pobreza”, explica Agustín Ortiz Monasterio, socio fundador de Dilmun.
Además, Agustín asegura que, para reducir tiempos y ser más eficaces, en Dilmun tratan de tener el menor empaquetado posible, que sea suficiente para garantizar la conservación e higiene de los productos y los clientes pueden a través de las rutas de distribución locales, reciclar y regresar los envases.
De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Secretaría de Bienestar, la cantidad de desperdicio en nuestro país es de más de 10 millones de toneladas de alimentos al año, lo suficiente para alimentar a 7 millones de personas. Esta cantidad representa el 2.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Esto se debe principalmente al mal manejo de alimentos, especialmente los perecederos, desde el traslado y almacenaje, hasta su comercialización”, cuenta Agustín.
Según el empresario, en México hay un exceso de intermediarios por falta de organización en la cadena de suministro y comercialización de productos frescos, lo que supone un riesgo para los comerciantes, porque el producto puede llegar al punto de venta en mal estado, ser desechado y en muchos casos, los manejos inadecuados hacen que los alimentos no alcancen su mayor potencial nutricional.
A nivel mundial se desperdicia el 45 por ciento de los productos frescos y el 33 por ciento de la comida en general. Ese desperdicio se distribuye entre los centros de producción, los centros de acopio, el transporte, y el consumidor final.
El desperdicio de alimentos no sólo representa un costo económico, estimado en más de 400 mil millones de pesos, sino también social y medioambiental.
Para formar parte de la red de productores que surten las estanterías virtuales de Dilmun, son importantes elementos como tener una pequeña o mediana producción, que el origen sea mexicano, el tipo de proyecto y a quién beneficia.
“Somos de los primeros productores que entramos en Dilmun”, cuenta Pepe García Camil, encargado de ventas de Isana, una graja bajo demanda, ubicada en Malinalco, Estado de México, que emplea a 40 personas y además de tener producción de huevo y hortalizas; cuenta con un fin social; ya que se enmarca en grupo Kalimori, que es una casa para adultos mayores con discapacidad intelectual, algunos de los cuales trabajan en la granja, que genera un promedio de entre 130 mil y 140 mil huevos mensuales y más de siete toneladas de hortalizas al año.
“Nosotros comenzamos hace más de dos años haciendo venta y distribución directa con el consumidor final en la zona poniente de la Ciudad de México y después ampliamos la distribución en tiendas pequeñas, retail, restaurantes y desde hace un año también en línea con Dilmun”, explica Pepe, quien destaca que las principales ventajas como productor de tener una alianza estratégica con Dilmun, es poder ampliar los canales de distribución, expandir el alcance territorial y dar a conocer los productos y consolidarlos en su red de clientes.
Crece la demanda de súper a domicilio por pandemia
La nueva realidad a raíz del confinamiento, ha modificado el estilo de vida de la sociedad, especialmente en las dinámicas y tendencias de consumo, donde el ecommerce ha crecido en todos los sectores, al representar una solución efectiva, segura y cómoda.
Según los datos más recientes de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) en su cuarto reporte sobre el impacto del COVID-19, 5 de cada 10 empresas mexicanas están duplicando su crecimiento en Internet y la mitad de éstas incrementará entre el 1 y 25% el portafolio de sus productos, mientras que el 44% ampliará las categorías que ofrece.
“En menos de un año, Dilmun ha logrado 5 mil suscriptores, de los cuales mil 500 son clientes recurrentes. Tenemos una tasa de recurrencia mensual del 80 por ciento, superior a la de este sector, estimada en un promedio del 30 por ciento”, cuenta Agustín, quien añade que, debido al confinamiento, tuvieron un incremento de 300 por ciento con respecto a inicios de 2020.
“La orientación que tiene Dilmun es muy valiosa porque es la entrega a domicilio, que es un canal que está creciendo y nos interesa mucho, y para el cuál nosotros no tenemos la capacidad. Además, está el interés por comprender lo que realmente necesita el cliente”, explica Óscar Tenopala García, Director General de Productos y Servicios de Calidad Campo Ciudad SA, pequeña producción agrícola de elaboración de quesos, que tienen la peculiaridad de ser producidos en la parte alta de la sierra de Pénjamo, al suroeste de Guanajuato, con métodos artesanales de alta calidad y son cien por ciento naturales.
“La fabricación de los quesos Montagne se hace en función de la demanda. Nuestra producción contando tanto los quesos de cabra como los de vaca es de cerca de 4 mil piezas mensuales”, cuenta Óscar, quien comenta que tienen presencia en el estado de Guanajuato, en Ciudad de México y a través de cadenas comerciales también en Baja California y Querétaro.
Hoy en día los consumidores son más conscientes de lo que comen y buscan que los alimentos en su mesa respondan a una mejor relación calidad-precio. De igual forma, cada vez más personas basan su decisión de compra en el proceso por el que pasan los productos.
“Entre nuestros clientes, tenemos los babyboomers, que son los que tienen más de 60 años y que, aunque no compraban en línea, con la pandemia vinieron a comprar en línea. Por otro lado, están los Xennials o Millennials, que pueden ser solteros o pueden ser familias, y aunque algunos de ellos ya compraban en línea, otros descubrieron el beneficio de comprar online y a domicilio como una forma de ahorrar tiempo”, explica Agustín, quien proyecta duplicar la cartera de clientes para llegar a los 3 mil a finales de año y lograr un incremento de productos de los mil que comercializa actualmente hasta los mil 500.
Aunque Dilmun es a día de hoy una startup rentable, sí requiere de inversión para crecer y por eso actualmente se encuentra abierta una ronda de capital semilla de 5 millones de pesos y en 2021 se abrirá una ronda de capital de entre 2 y 5 millones de dólares.