La inversión mexicana en Estados Unidos (EU) es tan importante que, tan sólo en 2019, ascendió a 42 mil 900 millones de dólares, de acuerdo a cifras de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio en ese país.
Sin embargo, el capital de los inversionistas nacionales puede estar en riesgo, si estos no están al tanto de su situación migratoria o si desconocen el mercado en el que invirtieron, de acuerdo a un grupo de empresarios y especialistas mexicanos consultados y que se dedican a hacer negocios en la Unión Americana.
Gabriel España, managing director de la empresa Iskali Capital Group (corporación inversora en construcción de edificios comerciales y departamentos), sostiene que un error común del inversor mexicano y, extranjero en general, es actuar de la misma forma en el mercado estadounidense, que como lo haría en su país.
“Hay inversionistas que quieren pagar el mismo salario a sus empleados en Estados Unidos, que el que pagaban en su país. Es un error. Aunque hayas invertido en el mismo sector, el mercado estadounidense es mucho más complejo y diverso. Por eso los salarios son distintos. Necesitas contratar asesores financieros que conozcan ese mercado”, dijo.
Alejandro Dabdoub, empresario e inversionista mexicano que ha operado en Estados Unidos desde 2001, en sectores como el restaurantero e inmobiliario, va más allá. Explica que el inversionista mexicano debe de tener todo un equipo cuando emprenda su inversión en ese país para protegerse en caso de inconvenientes y no errar con la inversión.
“Es extremadamente importante, porque con tu equipo defines cuál será tu estrategia fiscal y financiera. Debes de tener un abogado, un contador certificado o colegiado, un planificador de bienes y un abogado de inmigración. Además, es clave no iniciar una operación con alguien por recomendación, es decir, el amigo del amigo que te recomienda invertir en un proyecto, sin analizar la viabilidad de esa inversión”, recomienda Dabdoub.
Junto con la falta de comprensión del mercado en el país de destino, el insuficiente análisis del proyecto de inversión, a menudo también surgen dificultades con el tema migratorio. “Uno de los principales motivos por los que un inversionista extranjero puede perder sus inversiones en Estados Unidos, es un tema migratorio como una deportación”, detalla.
Recuerda su propia experiencia en donde “gracias a que ya había formado un equipo, pude regularizar mi estatus migratorio en seis meses en lugar de cinco años, que es el tiempo estimado para hacerlo en Estados Unidos”.
Estados Unidos es el país con mayor inversión extranjera del mundo, según el Departamento de Comercio de esa nación, que también añade que al final del 2019 registró 332 mil 200 millones de dólares más en ese rubro, respecto al 2018.
De acuerdo a ese mismo organismo, los inversionistas mexicanos apenas aportan el 12.9 por ciento de la inversión extranjera total en los Estados Unidos. La región Asia-Pacífico (47.1 por ciento) es de donde provienen la mayoría de los inversores extranjeros, mientras que en segundo lugar se encuentra Europa (18.5 por ciento).
Sin embargo, la relación económica-empresarial entre la Unión Americana y México es tan importante que diariamente se intercambian mil millones de dólares entre ambas naciones, según cifras del Consejo Coordinador Empresarial.
“Para invertir en Estados Unidos tienes que entender su cultura. No sólo significa entender sus costumbres, sino entender su mercado, la importancia de las visas de inversionistas y la forma en la que pagan impuestos”, mencionó.