Ante las pérdidas de agua que se registraron en las presas del Sistema Lerma-Cutzamala y la reducción del caudal que afectará a 600 mil personas de 13 municipios del Estado de México y 8 alcaldías de la Ciudad de México, Agua Capital urgió a las autoridades y a todos los actores relevantes de distintos sectores a trabajar en un plan integral metropolitano que atienda la sobreexplotación de la Cuenca del Valle de México, en el que se prevean escenarios de sequías y hundimientos provocados por el cambio climático.
Eduardo Vázquez, director de Agua Capital, el Fondo de Agua de la Ciudad de México, destacó que los mayores efectos del cambio climático se resienten en el agua al afectar el ciclo hidrológico, los patrones de lluvia, y generar una mayor intensidad de las sequías. Lo anterior se ha evidenciado con la ausencia de lluvias que impidieron el reabastecimiento de las siete presas del Sistema Lerma-Cutzamala, las cuales, de acuerdo con el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), alcanzaron apenas el 70% de su capacidad, y que, de mantenerse en las mismas circunstancias, implicaría la insuficiencia del recurso hídrico necesario para la temporada de estiaje que está iniciando.
De acuerdo con el informe de Global Risk Report 2020 del World Economic Forum, la crisis mundial del agua es uno de los cinco mayores riesgos globales en términos de impacto y, según con la CONAGUA, el Valle de México es el lugar con mayor estrés hídrico del país. Tiene una disponibilidad de agua de 160 m3/hab/año, una de las más bajas del mundo; además, tiene uno de los consumos más altos de agua por persona a nivel global, estimando hasta 300 litros per cápita.
Estos escenarios, de acuerdo con Eduardo Vázquez, obligan a trabajar de manera colectiva para formar una visión común que se refleje en un plan integral metropolitano que considere la necesidad de contar con las reservas de agua suficientes para atender crisis como esta reducción de 500 litros por segundo y que se prevé durará de 8 a 10 semanas.
El abastecimiento de agua para la Ciudad de México es uno de los retos más grandes que tenemos, ya que se requieren de 2 millones 712 mil 960 m3 de agua al día, aproximadamente 31,000 litros por segundo, de los cuales el 30% proviene del Sistema Lerma-Cutzamala, 12% de manantiales y el 58% de su propio acuífero. Aun con ello, solo el 72.6% de la población cuenta con abastecimiento diario de agua potable, alrededor de 2 millones de personas la reciben solo algunos días de la semana.
“El abasto de agua para la ciudad ha provocado la sobreexplotación de los acuíferos, ya que se extrae más del doble del agua de la que se recarga de manera natural, esto rebasa los 763 millones de metros cúbicos. Es como llenar 382 veces el Estadio Azteca, diario”, menciona Eduardo Vázquez, Director de Agua Capital.
Al ritmo actual de sobreexplotación, algunos expertos estiman que la vida útil de los acuíferos se podría ver comprometida en 60 años.
“Dada la magnitud del reto que se enfrenta, es necesario contar con la participación de todos los sectores, especialistas y la ciudadanía en general con un espíritu de corresponsabilidad, ya que ninguna autoridad podrá resolver por sí misma esta problemática”, comenta Eduardo Vázquez, Director de Agua Capital.
Ante este contexto tan complejo, las soluciones basadas en la naturaleza ayudarían a convertir a la capital en una Ciudad que promueve de una manera más eficiente un desarrollo sostenible. Estas infraestructuras utilizan o imitan los procesos naturales del ciclo del agua para la conservación o rehabilitación de los ecosistemas naturales aunado a la creación de ecosistemas artificiales que complementan la ingeniería tradicional.
Podemos encontrar este tipo de infraestructura en:
• Áreas Naturales Protegidas
• Suelo de conservación
• Humedales artificiales
• Captación del agua de lluvia
• Azoteas verdes
• Pozos de infiltración
• Jardineras infiltrantes
• Plazas y espacios inundables
• Canales de bioinfiltración
• Mejoramiento del suelo para infiltración
• Pavimento infiltrante
El tema del agua es una problemática del presente que, si no se toman las decisiones adecuadas, se agravaría aún más en el futuro con grandes retos de complejidad social, ambiental y económica. La viabilidad misma de la ciudad y el área metropolitana se podría ver comprometida si no tomamos ahora las decisiones necesarias y adecuadas.