Nivaldo Santos, investigador del sistema Cetys Universidad, en Tijuana, Baja California, declaró a este reportero que el plan ambiental del futuro Presidente de Estados Unidos Joe Biden, en especial en energía renovable está muy estructurado e impulsará nueva fuentes energéticas para que esa nación al año 2050 sea cero emisiones.
Explicó que los primeros impactos de este plan estadounidense se observarán en la frontera, con los diversos proyectos de energía renovable existentes en la región. “Aunque, no debemos olvidar que los avances en energías verdes en México fueron frenados por Andrés Manuel López Obrador y en Estados Unidos, Donald Trump hizo lo mismo”.
Indicó que las visiones de sustentabilidad de Biden y López Obrador chocaran en diversos puntos, provocando una nueva revisión de los apartados ambientales del Tratado de Libre Comercio (T-MEC), situación que forzará a que México se vea forzado a adoptar nuevos esquemas ecológicos en su comercio, industria, ciudades y ecosistemas.
Denunció que “el impulso a la energía renovable es un fenómeno complejo, pues las economías retrocedieron y el Presidente López Obrador no brinda apoyos a los sectores verdes y el Acuerdo de París que habla de mitigación de las emisiones de cada nación, es una realidad que México no cumplirá, pues el gas natural no debe apreciarse como la panacea al uso de carbón o combustibles fósiles”.
“La Federación mexicana debe entender que Joe Biden tiene una visión muy diferente Donald Trump en aspectos ambientales y se requerirá dialogar en estos aspectos”, dijo.
Un primer ejemplo de modificación de los reglamentos ecológicos se presenta en el sector empresarial estadounidense, cuyas filiales establecidas en México aumentarán sus esquemas de cumplimiento sustentable de forma voluntaria.
La nueva administración de los Estados Unidos anunció que el Plan Biden invertirá 2 billones de dólares para enfrentar el cambio climático en su país; sin embargo, el Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), vincula agendas entre estos países y la Cuarta Transformación (4T) no se caracteriza por apostar a la ecología.
El investigador aceptó que el panorama de impulso a los energéticos renovables y muchos sectores, tiene un futuro muy complejo, pues se tiene una fuerte recesión derivado de la crisis derivada de la COVID-19 y algunos países como México apostará al petróleo.
Detalló que el Plan Biden en la temática de biodiversidad, tiene el objetivo de combatir frontalmente la extinción de especies, tiene el objetivo de conservar el 30% de las tierras y aguas de los Estados Unidos para el 2030. Además de salvaguardar de forma permanente el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y otras áreas afectadas por Donald Trump.
Al respecto, el profesor del Instituto de Ecología de la UNAM y uno de los ecologistas más renombrados del país, Gerardo Ceballos, declaró a este reportero que al momento el plan de Joe Biden muestra un mayor compromiso ambiental que su predecesor, Donald Trump, que permitió explotar a parques naturales, fomentó de sectores energéticos fósil y quitó decretos de protección a varias especies.
“El Plan Biden de combate al Cambio Climático, la protección de ecosistemas y el cumplimiento de los reglamentos ambientales del T-MEC, harán que se presenten ciertos choques con la administración de López Obrador, pero puede ser una gran oportunidad para nuestro país y verse obligado a girar la manera de trabajar de forma sustentable, tanto de los gobiernos federal, estatal, municipal y del sector empresarial”, acotó.
El investigador universitario mencionó que en México y en especial en la frontera norte se presentan muchos pendientes y se deben establecer diversos estudios para entender la realidad ecosistémica de esa zona, pues el condado de San Diego, ha presentado diversas quejas por la calidad el agua que baja de Tijuana, aunado a que la ciudad mexicana tiene una calidad de aire muy mala que afecta a la urbe estadounidense.
Puntualizó que el Plan Biden impulsará la creación de industrias del futuro invirtiendo 400 mil millones de dólares en diez años. Eso es el doble de la inversión del programa Apollo, que puso a un hombre en la luna. Para este objetivo se establecerá una nueva agencia de Proyectos de Investigación Interinstitucional Avanzada Centrada en el Clima, ARPA-C (por sus siglas en inglés), mientras que en México, los organismos ambientales encabezados por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), cada año son más debilitados en su personal y presupuesto.