La firma de consultoría en servicios de inteligencia de negocios Vestiga Consultores, identificó en su más reciente entrega del Monitoreo de Impactos en Perspectivas Empresariales que entre 2019 y 2020 las tendencias del mercado inmobiliario (renta/adquisición de espacios) para las empresas mexicanas se tornaron muy negativas: mientras en 2019 sólo 4% de ellas disminuyeron sus espacios, el año pasado esa cifra alcanzó al 28% de las empresas. En ese tenor, sólo 5% de las empresas aumentaron sus espacios físicos en 2020 frente al 16% que lo hizo el año anterior.
Comenta Sergio Díaz, el socio director de Vestiga, que “nuestro monitoreo de percepciones de los principales tomadores de decisión de las empresas mexicanas (directores generales y accionistas principales) ha identificado una tendencia negativa en materia de renta/adquisición de espacios inmobiliarios corporativos que inicia claramente el año pasado y que parece que se profundizará en 2021 de una manera significativa y ello supondrá grandes retos al mercado inmobiliario para las empresas en México.
De este modo, señala Sergio Díaz que “más de un tercio de las empresas mexicanas (34%) compactarán sus espacios de operación y/o administración durante este nuevo año, lo cual se suma a lo que ya se registró en 2020 y ello obedece, como nos parece es más que obvio, a la crisis pandémica, que ha obligado a las empresas a reducir o cancelar operaciones con sus empleados en sus espacios físicos, ya sea por restricciones impuestas por las autoridades y/o disminución de su actividad económica”.
Según los resultados del estudio de Vestiga en lo que se refiere al tamaño de la reducción de los espacios que realizarán aquéllas empresas que han señalado haber planeado hacer una compactación física (lo cual harán 59% de las pequeñas y 16% de las medianas), menciona el socio director de la firma que “destaca el hecho de que, entre las empresas que reducirán sus espacios físicos en 2021, 41% lo hará hasta un 10% del total que hoy ocupa y un 31% hasta un cuarto del espacio total que hoy ocupa.
Como puede esperarse, estos porcentajes promedios totales aumentan entre menor tamaño tienen las empresas, pues mientras sólo 6% de las grandes reducirán sus espacios hasta un máximo de 10%, 55% de las chicas se compactarán físicamente hasta 33%. Las presiones que enfrentan las empresas por la pandemia y su desempeño económico no les están dejando opciones”.
Concluye Sergio Díaz comentando que estos datos dan una idea del tamaño del desafío que enfrentará la industria inmobiliaria mexicana en lo concerniente a los espacios de venta y arrendamiento para operaciones y administración de empresas y no sólo en el corto plazo, ya que “además de las difíciles circunstancias económicas que la crisis pandémica ha traído consigo, las nuevas prácticas como el llamado home office y la transformación digital de las empresas marcan una pauta clara que está llevando a un cambio profundo en el mercado que está traduciéndose en una menor demanda estructural de espacios en el largo plazo.
Esto, que iba a ser más gradual, se ha acelerado dramáticamente y ello creará desajustes fuertes que la industria se ve obligada a procesar también con rapidez e inteligencia para tratar de salir adelante y adaptarse a una nueva realidad”.