La duración de la pandemia en México ha puesto a prueba el temple y las finanzas de los mexicanos; exigiendo que se contemple de forma muy meticulosa los gastos familiares, en especial al tener contagiados de COVID-19 en el hogar.
El INEGI informó que 40 por ciento de los hogares en México han visto reducido sus ingresos y más de millón y medio de personas han perdido sus empleos.
Situación que se agrava debido a que sólo 58% de los mexicanos tiene el hábito de ahorrar para imprevistos, de acuerdo con el último Reporte Nacional de Inclusión Financiera.
Los problemas repentinos de salud van desde un accidente, consultas de emergencia, hospitalizaciones, operaciones, hasta un accidente automovilístico. Incluso, desperfectos en el hogar. Estos acontecimientos, representan un estrés financiero a las personas debido a las implicaciones posteriores; pagar al seguro, los gastos mensuales de la familia, entre otras cosas.
Por esta razón, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda que el fondo de emergencias familiar sea de entre tres y seis meses de tu sueldo. Esto permitiría hacer frente a gastos fijos y compromisos como créditos personales, automotrices o hipoteca en caso de perder su principal fuente de ingresos, comentó Dante Teytud, experto en finanzas personales y director comercial de Credifiel.
Por ello, el experto recomendó que es fundamental que se establezca, conserve y forme un fondo de emergencia en el hogar.
Explicó que se tienen que contemplar diversas recomendaciones como son el ahorrar lo suficiente para vivir bien en lapsos de desempleo; cumplir con una meta de ahorro a futuro; si no es una emergencia, no tocar esos dineros; mantener su dinero disponible y esencialmente no lo guardes debajo de su colchón (guárdelo en una cuenta bancaria).
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) detalla que sólo el 37% de la población mexicana tiene una cuenta en una institución financiera y existe un brecha en cuanto al acceso a infraestructura financiera, pues poco más de 21 millones de personas no cuenta con infraestructura bancaria en un radio de 2 km.
A su vez, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indica que en México más de 60 millones de personas se encuentran en situación de pobreza o pobreza extrema y, de acuerdo al Banco mundial, el 75% de este sector poblacional no tiene acceso ni forma de poder contar con los requisitos mínimos para poder aperturar una cuenta de banco.
Por su parte, el vocal Ejecutivo de Afore Pensionissste, Iván Pliego Moreno, declaró que la educación financiera y el ahorro, son factores esenciales a impulsar en un contexto de pandemia y economía comprimida.
“La pandemia obligó a reflexionar sobre la perspectiva y limitaciones del ahorro en México; por ello tenemos la misiva de fomentar la educación financiera, una meta muy ambiciosa pese al panorama actual. El ahorro no es sólo un aspecto monetario, sino el siempre tener conciencia de los gastos hormiga, de comprender el alcance del salario y dineros de la persona, no se tiene que gastar lo que no se tiene”.