A medida que la crisis climática empeora, las empresas deben ir más allá del mantra «no hacer daño». Necesitan trabajar para restaurar activamente la tierra. Es por eso que Patagonia, marca de ropa outdoor y empresa activista, se unió en 2017 a varias organizaciones para lanzar el Certificado de Orgánico Regenerativo, un programa que establece el estándar más alto del mundo para la forma en que se cultivan los alimentos y fibras.
Este Certificado se basa en los estándares orgánicos existentes en la agricultura y agrega nuevos requisitos sólidos para un suelo saludable (que reduce el carbono), así como las prácticas de bienestar de los trabajadores agrícolas y los animales.
Desde 1996, Patagonia decidió utilizar exclusivamente algodón orgánico en su línea de ropa y equipo outdoor. A partir del 2017 han llevado sus esfuerzos agrícolas aún más lejos con una prueba para cultivar algodón utilizando prácticas orgánicas regenerativas en más de 550 granjas de pequeña escala para ropa y equipo. Y, desde 2012, lanzaron Patagonia Provisions, una línea de alimentos enfocada en productos obtenidos de formas innovadoras que beneficien y regeneren el planeta. Su objetivo es alcanzar la Certificación Orgánica Regenerativa en toda su producción a medida que avance el programa piloto en los próximos años.
“¿Qué hace una empresa de ropa para actividades al aire libre vendiendo comida? (…) El escepticismo parece aumentar cada vez que una empresa se niega a «permanecer en su carril», pero como emprendedor veo oportunidades de negocio en todas partes. Como amante del aire libre, veo una manera de salvar nuestro planeta y sus criaturas, incluidos nosotros, de los hábitos destructivos que nos hemos inventado. (…) Para mí, Provisions es más que una empresa más. Es una cuestión de supervivencia humana.” – Yvon
Chouinard, fundador de Patagonia.
La Agricultura Orgánica Regenerativa es un sistema holístico, con altos estándares para el bienestar de los animales y los trabajadores. La producción de cultivos regenerativos, en suelos ricos y orgánicos, retienen más nutrientes; se desarrollan en campos con gran cantidad de árboles, plantas perennes y suelos vivos. Estos árboles y plantas destacan por reducir el dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero que causa la crisis climática. En 2014, investigadores del Instituto Rodale estimaron que si las tierras de cultivo actuales cambiarán a prácticas orgánicas regenerativas, el 100% de las emisiones anuales de CO2 a nivel global quedarían secuestradas en el suelo.
“Esa es la revolución de la que quiero ser parte. ¿Por qué Patagonia fabrica y vende comida? La verdadera pregunta, para mí, es ¿cómo no hacerlo? Me doy cuenta, ahora más que nunca, de que los requisitos para un negocio próspero y personas prósperas son uno y el mismo. ¿Triple resultado final? Comida, agua, amor”. – Yvon Chouinard, fundador de Patagonia.
La agricultura convencional depende de fertilizantes sintéticos, pesticidas y fungicidas para aumentar la producción de alimentos. A menudo sigue un modelo de fábrica, con vastas extensiones de tierra que producen cultivos únicos y animales criados en jaulas y corrales de engorde. Actualmente, este tipo de agricultura aporta una cuarta parte de los gases de efecto invernadero totales del mundo, erosiona la capa superficial del suelo, genera escorrentías tóxicas y daña la salud. De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación , si seguimos cultivando de manera convencional, la capa superior del suelo del mundo, que produce casi todos nuestros alimentos, desaparecerá en 60 años.
Por ello Patagonia, con sede en Ventura, California, ha buscado los medios más trascendentes, no sólo para producir ropa y equipo de deportes al aire libre con la más alta calidad, de materiales reciclados y bajo el comercio justo, sino que también ha priorizado apostar por agriculturas que respondan a la reconstrucción de la salud del suelo como una forma de combatir el cambio climático.