El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en el Informe Estatal del Ejercicio del Gasto (IEEG) 2020 analizó que las principales partidas y el crecimiento del gasto administrativo en 26 poderes ejecutivos estatales fue superior al observado para el Poder Ejecutivo Federal en el mismo periodo (-12%), entre 2015 y 2019.
En conjunto, entre 2015 y 2019 el gasto administrativo de los poderes ejecutivos estatales aumentó 8.7 por ciento en términos reales al pasar de 531 mil 918 millones de pesos (mdp) a 687 mil 670 mdp. En cinco años (2015-2019), los gobernadores gastaron un total acumulado de 3.13 billones de pesos en gasto administrativos, su burocracia propia.
En el estudio del IMCO se señala que los gobiernos que gastaron más en este rubro durante 2019 fueron los de la Ciudad de México (117 mil 314 mdp), el Estado de México (71 mil 657 mdp) y Veracruz (54 mil 497 mdp). Estas tres entidades gastaron en conjunto el 35 por ciento del gasto administrativo total.
Estas tres entidades gastaron en conjunto el 35 por ciento del gasto administrativo total. En cambio, los estados de Colima (2 mil 741 mdp), Baja California Sur (2 mil 441 mdp) y Aguascalientes (2 mil 257 mdp) ejercieron de forma conjunta apenas 1.1 por ciento en este.
Si en 2019 los poderes ejecutivos estatales hubieran gastado lo que dijeron que gastarían en sus presupuestos de egresos (645 mil 377 mdp), el aumento hubiera sido únicamente de 2.0 por ciento en términos reales.
Este estudio permite monitorear y comparar el gasto de todas las entidades federativas mediante la adopción de un “lenguaje único” en la información financiera. En este análisis en seguimiento al Informe presentado en diciembre de 2020, se estudian las variaciones entre el presupuesto aprobado y el ejercido para las partidas del gasto administrativo.
Para el IMCO el gasto administrativo o burocrático: incluye el pago de sueldos y salarios, honorarios y prestaciones del personal al servicio del Poder Ejecutivo del estado; la compra de insumos y suministros como artículos de oficina, materiales de limpieza, alimentos y utensilios, medicinas, suministros médicos, uniformes, gasolina y diésel; además, el pago de servicios básicos (agua, luz, gas, internet, telefonía fija y celular, etc.), servicios profesionales, viáticos, publicidad oficial, ceremonias oficiales, entre otros.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) encontró que en los estados, la mala planeación presupuestal se traduce en incrementos injustificados del gasto administrativo. Los presupuestos de egresos son una formalidad, la mayoría de los gobiernos estatales gastan montos distintos a los aprobados.
Entre algunos datos significativos de este estudio indican que:
En cinco años (2015-2019), los poderes ejecutivos estatales gastaron un total acumulado de 3.13 billones de pesos en gasto administrativo.
La Ciudad de México destinó 52 veces más recursos (117 mil 314 mdp) para financiar su burocracia que Aguascalientes (2 mil 257 mdp), en 2019.
Oaxaca, a pesar de haber presupuestado 6 mil 670 mdp en 2019, al cierre de año gastó 12 mil 528 mdp; es decir, gastó prácticamente el doble (87.8 por ciento más) de lo autorizado.
23 entidades gastaron más de lo autorizado inicialmente en materiales y suministros, destacan los casos de Morelos (193.2 por ciento), Tamaulipas (161.0 por ciento) y Nayarit (112.5 por ciento).
Tamaulipas presentó un incremento de 14,135.3 por ciento en comparación con lo aprobado por su congreso local para publicidad oficial.