La desinfección de las cabinas de los aviones es una parte clave de una estrategia en varios niveles de reducción de riesgos para la salud pública, según un boletín técnico publicado esta semana por profesores de la T.H. Chan School of Public Health de la Universidad de Harvard.
Si bien las superficies contaminadas representan menos del 10 por ciento del riesgo de transmisión de COVID-19 en ciertos entornos, el estudio encontró que los protocolos de limpieza diligentes, combinados con una serie de otras estrategias, ofrecen una protección significativa para los viajeros aéreos.
“La investigación actual en el control de infecciones recomienda la limpieza mejorada combinada con otras estrategias de reducción de riesgos por parte de aeropuertos, aerolíneas, pasajeros y miembros de la tripulación de aviones para minimizar la cantidad de virus infecciosos en el medio ambiente”, según el informe de Harvard.
“Estos incluyen pruebas de detección y de salud para ayudar a excluir a las personas sintomáticas, el uso de sistemas avanzados de ventilación y filtración en los aviones y protecciones personales como el uso de mascarillas y una buena higiene de las manos”.
El último boletín de Harvard, que forma parte de un conjunto de recomendaciones para reducir los riesgos para la salud al volar durante la pandemia, señala que las aerolíneas deben enfocar la limpieza de la cabina en superficies táctiles de alta frecuencia, con una desinfección diaria sistemática entre vuelos.
Todas las superficies interiores de cada vuelo, informó la aerolínea Delta se desinfectan completamente antes de abordar con rociadores electrostáticos, incluidos los baños. Además de distribuir estuches de cuidado al cliente, disponibles en todos los mostradores y puertas de embarque, que incluyen una toallita desinfectante para manos y una mascarilla facial. Los clientes también reciben una toallita desinfectante para manos al abordar.
Finalmente, está es la primer aerolínea de Estados Unidos, donde los clientes pueden encontrar estaciones de desinfectante de manos cerca de la puerta de embarque y de los baños en todos sus aviones. Esas instalaciones comenzaron en agosto.
«No sabemos de ninguna otra aerolínea que aproveche el rociado electrostático en cada vuelo de la forma en que lo hace Delta y, según los productos disponibles en el mercado hoy en día, estamos seguros de que es la mejor manera de garantizar que todas las superficies estén desinfectadas», dijo Bill Lentsch, director ejecutivo de Experiencia al Cliente de Delta.
El boletín de Harvard también señala que los baños de los aviones son áreas táctiles de alta frecuencia sujetas a un mantenimiento y limpieza especiales entre vuelos. Mientras están en el aire, los asistentes de vuelo se aseguran regularmente de que los baños estén limpios, ordenados, completamente equipados con suministros y listos para los clientes. Utilizando kits que incluyen aerosol desinfectante, toallitas y guantes, los asistentes de vuelo se aseguran de que la desinfección completa realizada antes del embarque se mantenga fresca.
En general, Delta ha instaurado más de 100 niveles de protección desde el check-in hasta el reclamo de equipaje para brindar un nuevo estándar de limpieza, más espacio y un servicio más seguro tanto para los clientes como para los empleados.
- Los clientes y los empleados en contacto con los clientes de Delta deben usar máscaras, lo que un boletín anterior de Harvard sugirió que puede reducir el riesgo de infección por partículas respiratorias a menos del 1 por ciento en entornos como los de los aviones;
- El aire en todas las aeronaves se recircula completamente de 10 a 30 veces por hora con aire fresco del exterior y aire a través de filtros HEPA de grado industrial, que extraen más del 99,99% de las partículas, incluidos los virus;
- Hasta por lo menos el 6 de enero de 2021, aseguraremos más espacio para los clientes en todos los aviones bloqueando la selección de asientos centrales y limitando la cantidad de clientes por vuelo.