LA AMSAC felicita al Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) por sus 60 años al servicio de las semillas y del campo mexicano.

La Asociación Mexicana de Semilleros, AC (AMSAC), felicita al Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, por sus 60 años de creación y de apoyo al campo mexicano. Han sido 60 años desarrollando mecanismos que impulsan y vinculan acciones y actores para promover el uso de semillas de calidad, el desarrollo de variedades vegetales mejoradas y la conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos fitogenéticos.

La FAO nos dice que el 80% de nuestros alimentos los obtenemos de las plantas, pero también obtenemos vestido, medicinas, biocombustibles, entre otros bienes. Estas cadenas productivas inician con una semilla, como primer eslabón, por lo que es vital contar con una semilla de calidad que satisfaga las necesidades de los productores y de los consumidores de estos productos. El SNICS es un actor clave para cumplir esta meta.

Para tener semillas de calidad se necesita que haya investigación e inversión para desarrollar variedades vegetales mejoradas que permitan enfrentar los desafíos actuales y futuros de la agricultura y la alimentación. Para lograrlo, es necesaria la articulación del gobierno, la academia y los sectores productivo y social, en un ambiente jurídico y regulatorio que otorgue certidumbre, para responder de manera eficiente.

Por estas razones celebramos contar con un SNICS que desarrolla e implementa instrumentos de política pública como el Programa Nacional de Semillas, la Política Nacional de Semillas y el Sistema Nacional de Semillas. Estos instrumentos son resultado de la coordinación entre los sectores público, académico, privado y social, promoviendo la generación y el acceso a variedades vegetales y semillas de calidad, para contribuir a la soberanía alimentaria e incrementar la productividad y rentabilidad del campo mexicano.

Hemos avanzado mucho, sin embargo, los desafíos actuales como el calentamiento global están poniendo una presión adicional en los sistemas alimentarios, aunado al crecimiento poblacional, donde requerimos producir más alimentos con menor superficie de tierra, plagas más agresivas, sequías severas, inundaciones, etc.

Por esta razón, es necesario que aprovechemos y hagamos uso, de manera responsable, de todas las tecnologías que tenemos a nuestro alcance para que en el futuro sigamos generando las variedades vegetales y semillas mejoradas que se requieren.

El compromiso del sector semillero es seguir innovando y llevar tecnología a través de la semilla para obtener mejores resultados en la producción sustentable de alimentos, que reduzca el impacto en el medio ambiente y que ofrezca productos sanos y nutritivos para la población mexicana. La semilla puede ser una vía para ahorrar agua en la agricultura, aprovechar y regenerar el suelo, reducir el uso de agroquímicos, tener productos con mayor vida de anaquel para reducir las pérdidas de alimentos y recursos naturales, entre otras bondades que se pueden lograr si trabajamos en conjunto en la investigación y desarrollo de variedades vegetales mejoradas.

Para lograr esto, es fundamental contar con leyes actualizadas con base en las condiciones y necesidades de nuestra agricultura, que brinden la certidumbre jurídica para poder planear a mediano y largo plazo, que sean incluyentes y que fomenten el trabajo colaborativo.

La labor continúa, los retos son grandes, pero trabajando juntos, sumando voluntades y recursos, podemos superarlos. Desde la AMSAC, estamos comprometidos para sumar con la SADER, el SNICS, las instituciones académicas y de investigación y los diferentes eslabones de las cadenas agroalimentarias.

 

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