Ante el rebrote de contagios en ciertas entidades del país, y la llegada de la temporada de lluvias, los cubrebocas son y seguirán siendo un aditamento esencial al salir al trabajo y la escuela, por ello, la técnica avanzada llega a este aditamento y un caso es la nanotecnología de quinta generación.

Armando Sánchez, fundador de la empresa Hindernis de México, indicó a periódico AM de Querétaro que la nanotecnología que implementa en una línea de cubrebocas -que saldrán al mercado en este mes de junio-, es de origen alemán que permite que dicho avance tecnológico de quinta generación haga que la tela del cubrebocas sea de grado quirúrgico y que podrá ser de alcance de la sociedad en general. En el mercado nacional, aclaró el experto, hay prendas con flurocarbonos para que las telas sean repelentes pero eso no es nanotecnología, pues ésta ciencia protege contra virus.

El directivo empresarial detalló que dicho avance tecnológico que es desarrollado en México –con las licencias respectivas-, brinda la oportunidad de salvaguardar la salud de los mexicanos.

Recordó que los cubrebocas se han convertido en un aditamento más de la forma de vestir y debiesen ser instrumentos que llegaron para quedarse y la gente siempre tenga uno a la mano, para cuando en el futuro cercano sienta que está en espacios muy saturados o al tener gripe o con alguna padecimiento se proteja así mismo como a los demás.

Dijo que la diferencia de los cubrebocas convencionales de un solo uso a los de tela lavables, es que este producto usa elementos como son el cobre, plata y zinc, que actúan de inmediato contra el virus y no permite que el patógeno se adhiera a la persona. “Mientras que los otros productos tardan hasta 20 segundos en mitigar la presencia del COVID-19, en este caso hablamos de 2 a 3 segundos y que son esenciales para evitar las infecciones”.

El especialista en textiles para uso quirúrgico informó que se están implementando en México materiales de nueva generación. “La nanotecnología juega un papel fundamental, porque aparte de no afectar la densidad del tejido, logra ligereza en ellos y mayor resistencia al microcerrar los poros de la tela. También dentro de las nanopartículas que se incrustan en las fibras se tienen agentes que destruyen bacterias”, afirmó.

La tecnología utilizada en este aditamento brinda un control superior al 99 por ciento de patógenos en el aire. “En cuestión de segundos se impide que se aspiren los virus del aire y entren en las vías respiratorias de las personas sanas. Aunado a que la tela utilizada disminuye un cuarto de su peso y permanece fresco para que la gente no se canse de usarlo, pues no se humedece con la respiración y no acalora al rostro.

Existe una amplía variedad de cubrebocas según los usos: en la industria automotriz requieren los que protegen contra solventes; los plisados ayudan contra partículas y los repelentes no dejan pasar la saliva, pero ninguno de estos protege de un virus.

Sobre la durabilidad de un cubrebocas, explicó que “estrictamente en ámbito médico sólo debe usarse una vez, pero con avances en nanotecnología se les puede utilizar en varias ocasiones, pero depende de muchos factores externos como es la humedad y ser lavable”.

Igualmente, la empresa que representa ha desarrollado una sudadera (con telas que usan nanotecnología) que brinda protección en espacios cerrados como el transporte público, pues el colocar la capucha da cobertura a toda la cabeza de la persona, aunado a que la prenda impide que el virus se le adhiera y la gente no lleve ninguna infección a su hogar o sitio de trabajo.

Finalmente, lamentó que en México son ínfimos los apoyos al sector de ciencia y tecnología, pues el gobierno federal ha dejado sin fondos a la investigación y deja todo en manos de la iniciativa privada.

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