Las empresas mexicanas están actualizando sus objetivos medioambientales para mantener su competitividad y resiliencia corporativa, a pesar de los retos aún latentes por el COVID-19, según el estudio ¿Por qué esperar para lograr las cero emisiones netas? realizado por Centrica Business Solutions.

El documento revela que las tres principales prioridades de negocio para los líderes empresariales en los próximos tres años serán: 1) responder rápidamente a nuevos clientes y a los requerimientos del mercado (47 por ciento); 2) lograr un sólido rendimiento financiero y rentabilidad (46 por ciento); y 3) operar un modelo de negocio sostenible (44 por ciento).

A pesar de colocarse en la tercera posición, dos de cada cinco empresas (46%) afirman que el funcionamiento de un modelo de negocio sostenible es una prioridad absoluta para sus estrategias de negocio. Esto como resultado de diversos factores, como nuevas regulaciones medioambientales, la competitividad en el mercado o los cambios en las preferencias de consumo de los consumidores para elegir productos o servicios.

Al respecto, Fernando Tirado, country managing director de Centrica Business Solutions en México, dijo “el cambio que se ha registrado en los últimos meses en la capacidad de las empresas para priorizar la inversión en estrategias ecológicas, ya que muchas ya tienen en marcha un plan de inversión verde o están evaluando el camino a seguir”.

Tras el impacto de la pandemia, el 44 por ciento de las empresas afirmaron estar enfocadas en conseguir un buen rendimiento financiero y rentabilidad mientras mantienen un ritmo estable de recuperación, y el 45% ha implementado nuevos sistemas y estrategias de gestión de la energía para controlar los costos ante un panorama de recuperación todavía incierto.

Además, el 44% de las empresas encuestadas también están utilizando tecnología, productos y servicios de eficiencia energética para crear nuevas fuentes de ingresos. Al considerar dónde se ha realizado ya la inversión y se ha adoptado en la mayor parte de su organización, las empresas mencionan principalmente el uso de unidades de almacenamiento de baterías (49 por ciento), paneles solares (43 por ciento) y medidas de respuesta a la demanda (13 por ciento).

Esto no sólo ocurre en México, sino también en países como Estados Unidos, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido, Irlanda e Italia. La investigación también determinó que las empresas líderes en materia de sostenibilidad evitan la búsqueda de beneficios a corto plazo, ya que esto acabará costándoles más a ellas y al planeta a largo plazo. En este sentido, el 71 por ciento de las empresas líderes en sostenibilidad dicen estar probando e implementando nuevas tecnologías para reducir las emisiones de carbono en algunas o todas sus operaciones.

«Con nuestra investigación confirmamos que un enfoque progresista de la energía puede reforzar los balances financieros de las empresas y apoyar su recuperación del impacto del COVID-19. De hecho, este reporte muestra la oportunidad de negocios que supone un enfoque más avanzado en cuestión de estrategia energética. Las empresas que ya han invertido en tecnología energética innovadora han sido capaces de reducir sus costos y emisiones de carbono, al mismo tiempo que acceden a nuevas fuentes de ingresos y fortalecen su resiliencia”, finalizó Tirado.

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