Tras presentar su Informe Nacional Voluntario en el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas para la Agenda 2030, nuestro país, aunque ha logrado un ligero progreso, pues en 2020 se colocó en la posición 69 de 166 países que han registrado avances, enfrenta desafíos importantes en combate a la pobreza, educación, salud, medio ambiente e igualdad para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en 2015, indicó la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX).

Por ello, el organismo Patronal informó que reconoce al gobierno de México el esfuerzo realizado para integrar y presentar este reporte, aunque ve con preocupación que el abordaje de la agenda prioritaria para el desarrollo sostenible, incluyente, resiliente y con perspectiva de género, tenga una visión asistencialista.

De acuerdo al Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (IEPDS) 2020 del CONEVAL, en México existían en 2019 70.9 millones de pobres por ingreso, es decir, el 56.7 por ciento de la población y se estima que como efectos de la pandemia de COVID-19, dicha cifra se incrementó 9.8 millones más en 2020. Esto significa que uno de cada cuatro mexicanos padece ahora pobreza por ingresos.

Por otra parte, el informe anual 2019 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) establece que uno de los mayores retos a nivel nacional son los niveles de pobreza que han descendido muy poco en los últimos ocho años, indicando que el ciclo intergeneracional de desigualdad económica y social persiste y que muchos de los niños que aún nacen en hogares pobres crecerán en ellos.

Respecto a la educación, aunque México ha logrado el acceso universal a la educación básica, aún hay cuatro millones de niños, niñas y adolescentes que permanecen fuera del proceso educativo.

En materia de salud, la crisis por COVID-19 ha evidenciado las carencias de los sistemas de salud públicos y la inaccesibilidad e inequidad de los servicios médicos, generando una fuerte crisis de bienestar social, principalmente, en las comunidades de menor alcance y con población altamente vulnerable.

En cuanto a igualdad de género, ha sido uno de los objetivos con mayor impacto negativo durante la crisis sanitaria por COVID-19. El trabajo no remunerado, en cuanto a cuidados y atención de las tareas domésticas, ha generado una sobrecarga física y emocional adicional para las mujeres, que son además las más afectadas aún por la crisis económica, la pérdida de empleo y la pobreza por tener trabajos en la informalidad (60 por ciento) o por trabajar en la primera línea para mitigar la COVID-19.

Otra dimensión de impacto social, resultado del confinamiento, es el aumento de por lo menos el 30 por ciento -a nivel mundial- de los Índices de violencia de género, ya sea física, sexual o psicológica.

Tras dichos datos, la COPARMEX detalla que es prioritario, que se respeten y cumplan los acuerdos internacionales y que México tenga una actuación responsable frente a desafíos globales como el cambio climático, la crisis ambiental, la transición hacia energías limpias y la libre competencia, siempre poniendo al centro de cualquier decisión, estrategia o plan económico, a la persona y al medio ambiente donde esta vive y se desarrolla.

Frente a los retos, que ahora son mayores rumbo al cumplimiento de la Agenda 2030, se requiere un cambio de estrategia inmediato, “exhortamos a todos los actores a colaborar de manera coordinada en esta agenda y manifestamos nuestro pleno compromiso para impulsar, desde el sector empresarial, de la mano con Pacto Mundial y bajo una amplia perspectiva de la responsabilidad social corporativa, acciones claras y firmes que nos permitan alcanzar los ODS”.

 

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