La situación económica actual y las restricciones de movilidad ocasionadas por la pandemia, generaron una importante necesidad de dinero para muchas compañías y personas. Lamentablemente, muchas empresas apócrifas han aprovechado la oportunidad para ofrecer créditos en el mercado, que al final del día resultan ser fraudes.

La digitalización del sector financiero da acceso cada vez a más servicios sin tener que salir de casa, con menos trámites y requisitos, y con mejor experiencia para el usuario. Sin embargo, esto también ha aumentado las incidencias de fraude y suplantación de identidad de entidades financieras, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), durante 2020 el número de fraudes se incrementó en hasta 25%, por lo que debes estar más atento que nunca a la comunicación que recibe y conocer los mecanismos que tiene para asegurar que la institución con la que trata o la oferta de crédito que recibe son ciertas.

El principal riesgo es caer en engaños de personas u organizaciones que no son instituciones financieras, que solicitan depósitos por adelantado y huyen con ese dinero, aprovechándose de la urgencia o usurpando la identidad de instituciones reconocidas. Regularmente son ofertas por teléfono y redes sociales, que utilizan canales no corporativos o informales.

Es importante que revise no sólo las condiciones del crédito a las que tiene acceso (como el monto, tasa y plazo), sino también el proceso de aplicación, su duración, los canales de atención que tienes disponibles y sus necesidades.

“Antes de adquirir cualquier compromiso financiero es importante evaluar tus opciones y anticipar tu capacidad de pago. Un crédito es un mecanismo para fondear y lograr un objetivo, por lo que la oferta que contrates debe ser acorde a tu situación y planes; por ejemplo, aprovechando un activo para obtener mejores condiciones con un crédito con garantía.  La prisa es mala consejera. Si no tomas tu tiempo para evaluar las opciones que tienes, puedes perder una buena oportunidad o, peor aún, caer en una estafa sin darte cuenta”, dijo Sofía González Business Head de Creditas en México.

Para las autoridades mexicanas, es importante el conocer las señales de alerta sobre un posible fraude digital:

Créditos no solicitados. Las instituciones financieras pueden ofrecerle un crédito que no pidió, esto no significa que sea un fraude. Pero, si tú no lo buscó, procede con cautela.

Demasiado bueno para ser cierto. Debe tener mucho cuidado ante una aparente facilidad, tasas muy bajas o ausencia de requisitos. Una institución financiera real tiene que hacer un análisis de identidad y riesgo y, a partir de ello, ofrecerle una tasa de interés, monto y condiciones.

No pierda información complementaria. La tecnología actual permite que las instituciones pre-aprueben o hagan un análisis de crédito en microsegundos, principalmente si ya es cliente de esa institución. Si recibe una oferta que no requiere ningún dato adicional como comprobar su identidad o sus ingresos, cuidado.

No utilizan canales oficiales. Hay que tener mucha precaución si le contactan por números de whatsapp o redes sociales que no pertenecen a una institución regulada, y observe siempre el URL de la página web.

Pago por adelantado. Este es uno de los intentos de fraude más comunes., Una gran alerta es cualquier persona o institución que le solicite hacer un depósito previo a la autorización, evaluación o desembolso de su crédito.

Todo es urgente y puede perder una gran oportunidad. Parte del fraude es darle un sentido de urgencia a cualquier trámite, si la persona le presiona y le dice que está haciendo todo lo posible por esperar, pero que si no actúa rápido vas a perder las condiciones o la “oportunidad”.

Cómo prevenir esta situación:

Sólo haga tratos con empresas reconocidas y registradas ante CONDUSEF, CNBV y PROFECO. Su dinero y tus finanzas valen la pena para que les dedique un poco de investigación.

Tome el control del proceso. Si necesita liquidez para apoyar un plan o resolver alguna urgencia, acuda a la institución que ofrece el crédito, directamente a través de su app, presencialmente o en los canales oficiales que vea en su sitio web o en CONDUSEF.

Recuerde que si tienes opciones. Hace muchos años, obtener un crédito era realmente una odisea y parecía que sólo unos cuantos afortunados podían acceder a ello o, si habías tenido un problema en tus pagos del pasado, parecía que las puertas se cerraban para siempre.

Cuidado con la información que proporciona. Si bien una institución seria le pedirá datos de identificación o domicilio, en su sitio web debe incluir qué información le solicita y con qué objetivo. Es normal que te pidan un número de cuenta para realizar el depósito de su crédito.

Vaya a su ritmo. No firme nada sin leer detalladamente las condiciones, verifique la información del contrato y el registro de CONDUSEF, pregunte y resuelva todas sus dudas.

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