Se dio a conocer que un grupo de ejidatarios queretanos realizarán una inversión de 1 mil millones de pesos (mdp) de recursos propios para acelerar el proyecto desarrollado por Urbanizadora Santa María del Zapote (que será la primer inmobiliaria ejidal del país) en el poblado de Juriquilla, en el municipio de Querétaro, en la entidad del mismo nombre.
Dicho proyecto buscará atender la necesidad de vivienda de la población millennials, que es considerada oprimida por el sistema económico y la precariedad laboral y expulsada de la propiedad en los centros urbanos, situación que los ejidatarios buscan subsanar.
En este proyecto participan 50 ejidatarios fundadores, poniendo a la venta 8 mil lotes residenciales y comerciales en su primera fase del proyecto inmobiliario que Urbanizadora Santa María El Zapote desarrolla actualmente, con un valor de 7 mil millones de pesos, de los cuales ya ha colocado mil 600 lotes, con extensiones promedio de 130 m2 a un costo de 400 mil pesos.
Francisco Perrusquía, presidente de la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro, A.C., dijo que “por primera vez en la historia de México ha surgido una inmobiliaria ejidal, a la que vemos como nuestra propia iniciativa empresarial para hacer frente al despojo que se ha vivido en el estado”.
“A los ejidatarios se nos ha dicho hasta el cansancio que son los empresarios quienes tienen el derecho de llevarse los grandes beneficios de las tierras puesto que son ellos quienes corren los riesgos al invertir el capital que se requiere para desarrollarlas, sin embargo, finalmente abrimos los ojos y nos dimos cuenta que entonces debíamos ser nosotros quienes nos convirtiéramos en empresarios, para que los beneficios se queden en el ejido”, dijo.
Respecto a la discrepancia regulatoria suscitada con el municipio de Querétaro, el ejidatario señaló que “hay que tomar en cuenta que el modelo de la inmobiliaria ejidal es algo que ocurre por primera vez en el país y es una respuesta a una lucha social histórica. Es normal que grupos de poder promuevan presiones y resistencias. Los ojos de los ejidatarios de todo el país estarán atentos al actuar de nuestras autoridades municipales, quienes yo sé y estoy seguro aprovecharán la oportunidad de convertirse en referentes para el desarrollo ejidal mexicano, acotó.
Cabe mencionar que este proyecto se compone de 320 ejidatarios queretanos que conformarán la Urbanizadora Santa María del Zapote, S.A de C.V, que realizará dicha inversión en el desarrollo del proyecto Tierra Noble, en Juriquilla. El proyecto inmobiliario, cuya primera etapa está valuada en 7 mil mdp, ya ha colocado el 20% de los lotes residenciales y comerciales que ofrece en el mercado.
“Los ejidatarios de hoy en día no son como los de antaño. Ahora vemos gente joven, profesionista, abogados, contadores, técnicos, ingenieros; ellos no aceptan lo que nosotros nos vimos obligados a tolerar por ignorancia y necesidad: que las tierras se vendan a precios ínfimos para que sean otros quienes las desarrollen y disfruten los beneficios”, apuntó el ejidatario Isidoro Ortiz, miembro del consejo de administración de Urbanizadora Santa María del Zapote.
“La ciudad de Querétaro, como tantas otras del país, está completamente rodeada de ejidos. El modelo económico de crecimiento debe incluirnos y promover que participemos en el mercado inmobiliario como empresarios, de otro modo no existirá crecimiento urbano alguno” explicó.
Según el Registro Agrario Nacional (RAN) en México hay 3.5 millones de ejidatarios, repartidos entre 27,144 ejidos y 2,330 comunidades. Hoy en día, los ejidatarios poseen 103 millones de hectáreas, lo que representa el 55 por ciento del territorio nacional. Situación que los coloca como grupo de interés esencial para la toma de decisiones en materia de desarrollo agrario, territorial y urbano.
En el anuncio de dicho proyecto se detalló que la mayoría de los ejidatarios del país desconoce que la Ley Agraria vigente les permite llevar a cabo alternativas empresariales en beneficio de sus comunidades, como son la urbanización. El desconocimiento y la pobreza son el campo de cultivo que permite que los ejidatarios accedan a vender sus tierras a promotores urbanos tradicionales.