Estamos lejos todavía del final de la COVID-19, no sabemos cuándo terminará, el problema se alarga, lo que sí conocemos es que no habrá una época pos-COVID, porque el virus llegó para instalarse con la especie humana y difícilmente desaparecerá, afirmó Samuel Ponce de León Rosales, titular de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM.
El especialista indicó que este patógeno tiene capacidades insólitas. “Al inicio de la pandemia pensábamos que difícilmente se modificaría y no fue así”.
“Hace unos meses se consideraba que estábamos lidiando con los últimos momentos de la pandemia, pues no, aún hay muchas poblaciones que no tienen acceso a las vacunas y por eso habrá ola tras ola, seguramente en México habrá una cuarta en invierno y la siguiente en el primer semestre del 2022”, previó.
Los pacientes, además, tendrán manifestaciones tardías, y el virus es altamente transmitible, porque esta replicación de miles y miles de millones de transmisiones en las células, multiplicada por mil millones de individuos, encuentran el camino para crear variantes que pueden ser más peligrosas que Delta.
Es una epopeya en la historia humana distribuir cinco mil millones de dosis de vacunas en el mundo, es un escenario extraordinariamente complejo y grave, por lo que “no vamos a tener un final feliz, el virus sigue mostrando su capacidad de cambio, sigue circulando, el porvenir se vislumbra difícil, los Objetivos del 2030 de la ONU están pulverizados”.
En la conferencia presentada por Dionisio Meade y García de León, presidente de Fundación UNAM, María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología (FP), aseguró que el bienestar mental no se recuperará automáticamente en cuanto termine la pandemia.
El impacto, dijo, será a largo plazo, con manifestaciones de miedo, enojo, desconfianza y mayores índices de ansiedad, trastornos de estrés postraumáticos, y recaídas de trastornos mentales previos con secuelas neuropsiquiátricas.
“Como tendremos que vivir con este virus, la salud mental debe considerarse como una cuestión esencial, cualquier persona es susceptible de tener afectaciones en ésta, y durante la pandemia ha aumentado el número de personas que buscan ayuda, hay disposición de hablar de ello y ha disminuido el estigma del tratamiento”, destacó.
Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina (FM), hizo un recorrido por los tipos de vacunas y variantes (preocupantes) del virus presentadas hasta el momento.
“Alpha (Reino Unido); Beta (Sudáfrica); Gama (Brasil); y Delta (India), esta última descubierta en octubre de 2020, la cual es la variante prevalente con 87 por ciento de presencia global y 81 por ciento en México, la cual es similar en contagio a la varicela porque se infectan entre seis y nueve personas por individuo portador”, detalló.
Añadió que el mundo tiene solo 33 por ciento de vacunados, y México alcanzó ya el 44 por ciento. Reino Unido cuenta con 60 por ciento, en contraste con naciones como Egipto y Tanzania con cinco por ciento.
“Hay 56 millones de personas vacunadas en México, 31 millones con esquema completo y se han adquirido más de 97 millones de dosis, con las cuales han disminuido drásticamente el número de muertes durante la tercera ola”, destacó.