Cada vez está más claro que el tiempo se nos está agotando, por lo que es momento de actuar y que la participación de las empresas y de la ciudadanía sea determinante para lograr un impacto significativo que cambie el rumbo de las cosas.
El mundo se ha calentado hasta 1.1 °C por arriba del nivel preindustrial y el umbral de los 1.5 °C está extremadamente cerca, lo cual tendría consecuencias serias para el planeta y todos los seres que habitamos en él.
Por ello, conscientes del impacto que tienen nuestras acciones en el planeta que le dejaremos a las próximas generaciones y de la urgencia de empezar a actuar para cambiar el rumbo desde ahora, Del Fuerte ha decidido impulsar un plan de sustentabilidad que confirma el amor de la marca por la tierra, el agua y la naturaleza.
Como parte de este plan, estaremos viendo a un Del Fuerte más comprometido con la tierra, buscando incorporar el principio de economía circular en sus procesos de producción. Una economía circular es aquella que intercambia el ciclo típico de fabricación, uso y disposición a favor de la mayor reutilización y reciclaje posible. Cuanto más tiempo se usan los materiales y los recursos, más valor se extrae de ellos.
Entre otras iniciativas que conforman este plan de acción, destacan la sensibilización respecto al ciclo de vida de sus productos, poniendo especial atención a las acciones que la marca lleva a cabo para minimizar su impacto ambiental en todos los rubros: desde la obtención de materias primas hasta la producción, distribución y uso de sus productos.
También buscará instruir al consumidor sobre la importancia de reciclar sus envases y la forma en que se puede hacer, recalcando los beneficios tangibles que una simple acción como esta puede tener en el medio ambiente y en la economía de las familias.
Además, Del Fuerte tendrá un convenio de colaboración con el Ejido Topia a través del cual se buscará mantener la capacidad de las cuencas hidrográficas para purificar y regular flujos de agua, convirtiéndose así en la primera empresa de Norteamérica que apoya esta forma de cuidado del líquido.
Ubicado al noroeste del estado de Durango, en la Sierra Madre Occidental, este territorio de más de 7,800 hectáreas está conformado por un grupo de 121 ejidatarios que permite la conversión y producción de agua de calidad, la cual se usa para regar parte de los cultivos del tomate Del Fuerte.
Los productores de este espacio están tan comprometidos con el ambiente que cuentan con un certificado FSC® (Forest Stewarship Council), el cual otorga una asociación global que se dedica a promover el manejo responsable de los bosques y las selvas, y que actualmente certifica el 24% de la superficie forestal autorizada para manejo en nuestro país.
El compromiso de Del Fuerte es firme, piensa que es momento de devolver a la tierra un poco de lo mucho que nos da, es momento de hacer la diferencia y buscar dejar un mejor planeta a las futuras generaciones, es momento de construir un legado más fuerte.