El presidente de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), Edmundo Rodarte, destacó que, pese al impacto de la pandemia sobre la economía, la industria química se ha mantenido como un actor esencial para el abasto y desarrollo de diversos sectores productivos del país.
“No obstante la desaceleración económica por la emergencia sanitaria, que provocó una contracción en el sector de 8.9% en 2020 con respecto al 2019, al ser una industria resiliente y comprometida con el desarrollo, logramos mantener nuestra participación en el PIB por arriba del 2%, consolidándonos como el segundo sector industrial más relevante del país”, aseguró.
Aclaró que pese al esfuerzo de la industria química privada, la falta de materias primas por el desabasto de insumos petroquímicos por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), provocó que la producción durante el 2020 solo pudiera abastecer al 24% de la demanda nacional, obligando a realizar importaciones por 28 mil 300 millones de dólares, “lo que generó una balanza comercial deficitaria de 20 mil 300 millones de dólares, evidenciando la enorme dependencia que tenemos del exterior para satisfacer la demanda interna”.
Para tratar de revertir esta tendencia y recuperar el dinamismo y competitividad del sector, el presidente de la ANIQ hizo un llamado al Gobierno y a Pemex, para trabajar de manera coordinada e implementar acciones que impulsen la reactivación, como son:
1) Permitir a la industria privada importar etano, propileno y amoniaco, entre otros, utilizando la infraestructura de Pemex, cubriendo la IP los costos de guarda y manejo;
2) Desarrollar mecanismos de colaboración entre Pemex y la IP, para reestablecer el abasto y detener la contracción de la industria;
3) Aumentar la producción de gas natural y la disponibilidad de etano mediante mejoras en la operación y eficiencia de las criogénicas.
Edmundo Rodarte señaló que entre los principales riesgos que vislumbran para las inversiones en la industria están: la prohibición para renovar los permisos de importación por un Lugar Distinto al
Autorizado (LDA); la intención de establecer impuestos estatales ambientales que no resuelven los problemas de calidad del aire y de salud, y la posible apertura comercial con China y Corea del Sur, potencias industriales ante las que la industria mexicana no puede competir por las condiciones de desventaja: desabasto de materias primas y las modificaciones regulatorias que limitan la inversiones y su capacidad de producción.
Por su parte, la secretaría Energía del gobierno de México, Rocío Nahle, destacó la relevancia de la industria química para el desarrollo del país, y reconoció los señalamientos expresados por el presidente de la ANIQ, respecto a la situación que atraviesa el sector. Ante ello, la funcionaria se comprometió a instaurar una mesa de trabajo conjunta con la industria, en la que se incluya al SAT, para ayudar a agilizar y resolver las dificultades que representan algunas restricciones.
“Es un tiempo de crisis y lo que se necesita es la ayuda del gobierno, es reactivar, es ver cómo los podemos ayudar”, señaló. “Sus peticiones son muy puntuales, justas y necesarias. Estamos para coadyuvar. Yo soy una convencida de esto, y tengo que apoyar tanto a ustedes, como en mi caso a Pemex, y hacer este vínculo para impulsarlos todos los días”.