El catedrático de economía del ITESM, Dr. Hugo Javier Fuentes Castro, dio a conocer el libro “La motocicleta como generadora de desarrollo económico y bienestar social”, la investigación más importante para comprender el impacto social y económico del uso de la motocicleta en nuestro país, el cual busca dar información técnica, plenamente sustentada en datos actuales, para el diseño de políticas públicas adecuadas a la realidad social y económica de millones de personas que usan la motocicleta como un instrumento principal de movilidad urbana, económica y social.

Para finalizar, el Dr. Roger Magar, Integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, Arte, Tecnología y Humanidades, compartió con el foro los retos del medio ambiente y movilidad eléctrica con respecto a las acciones tomadas por instituciones gubernamentales, proponiendo como solución principalmente el uso de motocicletas, así como el uso de gas natural, vehículos híbridos o eléctricos, entre otros.

Algunos datos relevantes y conclusiones destacadas dentro de la ponencia fueron los siguientes:

En México la motocicleta tiene un amplio potencial de crecimiento, pues apenas constituye alrededor del 10% de la flota vehicular.

La motocicleta es una herramienta de trabajo asequible y por lo tanto una fuente de ingreso a los hogares. El ingreso de los hogares cuyo único vehículo es la motocicleta es de 11,478 pesos (600 dólares), 12.5% superior respecto al de los que no tienen vehículos motorizados.

La motocicleta significa ahorro en tiempos de traslado, su uso representa más de 25 días laborales al año para los que se desplazan en ella a su trabajo.

Durante la pandemia, la motocicleta ha fomentado mayores ingresos en las familias ya que el reparto de comida y la entrega de mensajería han constituido una alternativa importante para personas que han perdido su trabajo. Un repartidor de aplicaciones móviles gana un promedio de casi 9 mil pesos mensuales, lo que equivale a más de dos veces el salario mínimo.

En México la motocicleta se utiliza con más intensidad en estratos socioeconómicos bajos. La gran mayoría de los hogares con motocicleta solo tiene una y ésta constituye un apoyo importante para el patrimonio familiar.

Las autoridades deben analizar detenidamente las políticas en torno a ellas, porque si se inhibe su uso, se afecta a la clase trabajadora. Por ello, las políticas que elevan el costo del uso de la motocicleta son regresivas, pues afectan a los grupos de ingresos más bajos.

La contribución de la motocicleta a la contaminación es relativamente pequeña en comparación de las otras fuentes de emisiones.

Imponer en ciudades como México tecnologías de reducción de contaminantes similares a las utilizadas en Europa o Estados Unidos, podrían elevar hasta 70% el costo de las motocicletas más económicas y afectar a las familias de menores ingresos.

 

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