Un año más se ampliará el Reto de Edificios Eficientes (REE), el cual busca reducir el consumo energético en edificaciones y mantener las medidas de eficiencia energética que han mostrado beneficios económicos, ambientales y sociales.
Esta iniciativa, impulsada por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) y el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés), con el apoyo de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), busca contribuir a la consecución de las metas globales, nacionales y locales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Se inscribieron al reto 9 empresas con 27 edificaciones, de las cuales 16 son oficinas y 11 más inmuebles de diversos usos como fábricas de confección de ropa, tiendas comerciales, centrales de telecomunicaciones, escuelas, entre otros. En conjunto, comprenden 249 mil 532 metros cuadrados de construcción.
Adriana Lobo, directora ejecutiva de WRI México y Colombia, dijo que la pandemia mostró la necesidad de la interdependencia de los sistemas y el valor que tiene la colaboración, y en ese marco el Reto de Edificios Eficientes ayudó a cambiar la conciencia colectiva y los hábitos.
El objetivo de esta primera etapa, dijo, fue lograr un ahorro de 10 por ciento anual en el consumo energético de las edificaciones, y que a pesar de haber enfrentado años atípicos, el reto logró apoyar el ahorro energético y sus medidas llegaron a implementarse hasta los hogares.
“Continuará la segunda fase el siguiente año e integrará iniciativas como los Objetivos Basados en Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). De hecho, el mundo va caminando a que todas las empresas midan y certifiquen que funcionan de una manera cada vez más efectiva, y creemos que eso va a comenzar a ser parte del sistema económico y del modelo de transacciones comerciales en los siguientes años. No es un esfuerzo vano, sino que nos está preparando para un mundo bajo en emisiones de carbono”, indicó.
Por su parte, Mireya Ímaz, directora general de Atención a la Comunidad de la UNAM, indicó que las ciudades concentran a la mitad de la población mundial, y además son responsables del 70% de gases de efecto invernadero, a lo cual las edificaciones contribuyen con 28% de las emisiones.
“Debemos ser capaces de actuar con responsabilidad para reducir la huella de carbono de las edificaciones, y aprender las lecciones de la pandemia en relación con el trabajo a distancia y el desplazamiento de horarios laborales para evitar saturación de transporte. Las empresas, los gobiernos, las instituciones y personas tenemos la responsabilidad de aprovechar la coyuntura y replantear el futuro en todos sus elementos económicos sociales y ambientales”, llamó.
El reto, dijo, fue una oportunidad para avanzar en las complicadas condiciones de la pandemia, tanto en la sustitución de equipos eficientes, como en la concientización de las comunidades para adoptar hábitos para el uso eficiente de la energía.
Participaron en el reto, que inició en febrero de 2020, el Banco Nacional de México, S. A. (Citibanamex); C&A México; Cámara de Diputados; Asociación Mexicana de Promoción y Cultura Social, A.C. (IMDOSOC); Industrias Manufactureras MyR S.A. de C.V.; PUMA México Sport S.A. de C.V.; Telefónica Movistar México; Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco y Zentrix S. de R.L. de C.V.
El reto constó de cinco etapas:
Registro y análisis de datos
Desarrollo de capacidades
Campaña de concientización en eficiencia energética
Selección e implementación de medidas en eficiencia energética
Análisis y presentación de resultados y retroalimentación