De acuerdo con el estudio Hydrogen for Net-Zero de McKinsey & Company y el Hydrogen Council, la industria desarrolladora del hidrógeno verde se caracteriza por ser baja en emisiones de carbono, como complemento de otras tecnologías de descarbonización, ofrece la única opción a largo plazo, escalable y rentable para una profunda descarbonización en sectores como el del acero, el marítimo y el de la aviación.
Al respecto, Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrogeno, detalló a este reportero que la industria del hidrogeno verde atraviesa un entorno complejo por la pandemia, sin embargo, la región del Baja California, Durango y el bajío (Querétaro, San Luís Potosí, Guanajuato y Aguascalientes), tienen un gran potencial para detonar hubs industriales del sector.
Mencionó que la presencia en entidades como Querétaro de grandes industriales automotrices, aeronáuticas y otros rubros permiten que el hidrogeno verde tenga gran posibilidad de ser el energético para estos parques industriales, pues al ser desarrollado se puede conectar a los gasoductos.
El principal reto de esta industria es tener una hoja de ruta adecuada y actualizada para detonar a los proyectos empresariales, así como socializar el tema que es desconocida por muchos sectores sociales.
Por ello, la región del bajío de México que goza de una ubicación geográfica favorable y un gran potencial renovable, tanto solar como eólico para obtener hidrógeno verde puede posicionarse como un líder en instalación y futura exportación hacia Europa, Asia y Estados Unidos.
“Tenemos en proyección que las primeras centrales de hidrogeno verde comiencen a ser instauradas en 2022. Debemos citar que el Consejo Mundial de Energía indica que este energético comenzará a bajar de precios en estos próximos años, ser más barato y competitivo que los combustibles fósiles”, dijo.
Entre los proyectos para producción de hidrógeno verde que se encuentran en construcción destaca Coahuila, Guanajuato, Durango y Sonora con una inversión aproximada de 1,500 millones de dólares.
En el caso de Durango se desarrollan los primeros trabajos de amoniaco verde, como solución al uso de energéticos fósiles. “Otro rubro de energía renovable es Sonora, Coahuila y Nuevo León que comienzan a despuntar en uso del sector solar y eólico”. Recalcó que el principal objetivo del sector del hidrogeno verde es permitir que los parques industriales del bajío descarbonicen su avance industrial.
La Asociación aprecia que en los años venideros la región bajío, la península de Baja California, Noroeste y Norte del país, tienen gran posibilidad de descarbonizar sus industrias con desarrollo de este tipo de energético. “Es urgente que México apueste al hidrogeno verde, pues naciones como Chile, Colombia y Uruguay están comenzando exportaciones de energéticos verdes a Estados Unidos y la Unión Europea, y nuestro país no puede desperdiciar esta oportunidad”, dijo.
Aceptó que las políticas energéticas de la Presidencia de México generan incertidumbre en las inversiones sustentables, pues se cambian las reglas de juego de las corporaciones; debemos tener en mente que una buena parte de los 85 parques eólicos y solares del país tiene capacidad de incrementar su apuesta por generar energéticos como el hidrogeno verde, pero se deberá esperar que sucede con la iniciativa de ley a discutir en 2022”.
La Asociación Mexicana de Hidrógeno proyecta que hacia 2050, en México se podrá tener una industria consolidada de hidrógeno verde, vehículos de transporte público y privado circulando con hidrógeno, la descarbonización de las industrias, blending, y generación de electricidad con este elemento.
Diversos especialistas coinciden que la industria impulsora del hidrógeno verde desempeñará un papel fundamental para ayudar al mundo a alcanzar el compromiso de cero emisiones netas para el 2050 y limitar el calentamiento global a 1,5º tomando en consideración los usos del hidrógeno en la industria, la energía, la movilidad y los edificios.