En México, solo 3 de cada 10 profesionistas de las profesiones de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, conocidas también como STEM, son mujeres, indica el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Sin embargo, la disparidad ha ido a la baja desde 2012 y 2021 el número de mujeres profesionistas que estudiaron alguna carrera STEM aumentó 42 por ciento.
El estado de Querétaro se ubica en un pelotón de 16 entidades con un porcentaje muy similar y fluctuante que le aleja del top 10 de Estados con más mujeres en la ciencia.
Las diferencias entre las entidades federativas también son considerables. En Nayarit y Quintana Roo, tan solo 11 por ciento de mujeres que estudian carreras universitarias están en alguna rama de STEM.
En 16 de las 32 entidades del país este porcentaje se encuentra entre 17 y 24 por ciento, aglomerado de entidades donde se coloca el estado de Querétaro, mientras que la entidad con mayor participación femenina en carreras STEM es Coahuila, con 28 por ciento, seguida por San Luis Potosí y Guanajuato, ambas con 26 por ciento.
Cabe mencionar que las carreras STEM se asocian con habilidades que son cada vez más importantes y valiosas, como solución de problemas complejos, pensamiento analítico y crítico, y capacidad de aprendizaje, aunado a que entidades con vocación industrial y presencia de corporativos globales como Querétaro, es esencial el impulso a la incursión de mujeres en las profesiones STEM.
Además, los egresados de carreras STEM están mejor pagados que los de otras áreas (13,336 promedio al mes en comparación con $12,380 para el resto de las áreas) y la brecha de ingresos entre hombres y mujeres es menor (por cada 100 pesos que gana un hombre en STEM, una mujer gana 82, a diferencia de 78 que gana en otras áreas).
En México, la brecha de género en la elección de carreras también es visible en las cifras de universitarios que estudian STEM actualmente. De 4.4 millones de estudiantes en el ciclo escolar 2020-2021, 1.5 millones (35 por ciento) estaban inscritos en una carrera de estas áreas. No obstante, entre las mujeres este porcentaje es tan solo 22 por ciento.
La participación de las mujeres en STEM es especialmente baja en las universidades privadas, donde solo alcanza 10 por ciento de las alumnas, en contraste con 27 por ciento en instituciones de educación públicas. Las universidades públicas han aumentado en las últimas décadas el número de mujeres en STEM, específicamente en ingenierías, lo que muestra que es posible lograr un cambio gradual en su participación.
Para incrementar la participación de mujeres en estos sectores, el IMCO recomienda intervenir desde los primeros años de escuela para que más de ellas tengan el deseo y las capacidades para optar por carreras STEM.
Se debe añadir enfoque de género en los contenidos de ciencia y tecnología en los programas de educación básica.
Implementar programas de orientación vocacional desde secundaria para que estudiantes tomen decisiones sobre su educación superior más informadas.
Desarrollar las capacidades de los gobiernos estatales y federal, instituciones de educación superior y centros de trabajo para recabar datos sobre STEM.