De acuerdo al organismo Frente por Querétaro, las afectaciones climáticas provocaron que se pasara de sembrar alrededor de 6 mil hectáreas en la temporada de otoño e invierno del 2020, mientras que en 2021 solo se lograron 4 mil hectáreas, lo que representa un 35 por ciento menos, afectando cultivos de cebada, trigo y zanahoria.
Aunado a que la cancelación de los subsidios y programas agrícolas federales que atendían estas situaciones, la actividad agrícola deja de ser redituable y por ello se comienza a registrar el abandono de los campos; situación que deriva en que el Cambio Climático y la crisis económica son factores tanto de impulso como de alto riesgo para la productividad agrícola de la entidad queretana.
La Secretaría de Desarrollo Agropecuario del estado (Sedea) informó que la inversión total que se aplicó en la entidad en 2021 fue superior a los 150 millones de pesos y para 2022 se estima ejercer más de 200 millones de pesos.
La Sedea invirtió una suma superior a los 55 millones de pesos (mdp) para reactivar este sector y solventar así los impactos negativos de la pandemia derivada de la COVID-19, con lo cual también se fortalece al campo queretano.
Se puso en marcha el programa Emergente para la Reactivación Económica y Productiva de la Ganadería Organizada, a través del cual se destinaron 15 millones de pesos a la Unión Ganadera Regional de Querétaro, recursos que serán canalizados a su vez a las Asociaciones locales para la adquisición de implementos, equipamiento, mejoramiento genético y rehabilitación de infraestructura.
La Sedea ha denunciado que la Federación desde el 2020 no aporta recursos económicos para diversos programas del campo queretano en sectores de mejoramiento genético para el ganado y la tecnificación de diversas milpas y cultivos.