Cifras de la consultora IDC estiman que para 2025 cada persona conectada tendrá al menos una interacción con datos cada 18 segundos, y considerando que los datos son la fuente más enriquecedora para conocer y anticipar los comportamientos de la industria.
Convertir los datos fríos en activos de información, las corporaciones, sin importar su sector o tamaño, requieren crear modelos de análisis que permitan la toma de decisiones casi en tiempo real, más pragmáticas y ajustadas a sus necesidades.
María Helena Rivero, experta en Data Science de la Universidad de Harrisburg de Ciencia y Tecnología, en Pensilvania, EU., aceptó que en México se tienen diversos avances en la investigación, recopilación y captación de la data, sin embargo, no es tomada en cuenta como debiese. “En Latinoamérica se tiene un acceso diferenciado al acceso a los datos, falta más impulso a tener estudiantes en ciencias duras y estudios de cifras en el rubro ambiental, etc.”.
Declaró a este reportero que México tiene un gran potencial para el acceso a la data ambiental impulsada por las universidades y las organizaciones ciudadanas pero debe reforzarse dicho trabajo y que los ciudadanos incursionen en este sector con más fuerza.
A principios del 2020, se calculó que la cantidad de datos que había en el mundo era de aproximadamente 44 zettabytes; es decir, que el número de bytes en el universo digital era 40 veces mayor que el número de estrellas en el universo observable.
“Siempre es un tema el acceso a la data ambiental y de todos los sectores, si bien se tienen problemas de financiamiento para dar impulso a este sector, siempre se pueden establecer sinergias entre ámbitos públicos y privados”, dijo.
Detalló que en Estados Unidos se tienen diversas fuentes de información ambiental y no está tan dispersa –como se padece en México-. “Siempre será un reto el recabar la data, limpiarla, procesarla y establecer estudios, labor que tenemos que impulsar para no quedarnos con modelos estadísticos incompletos”.
Enfatizó que si la data es incompleta, sesgada y no apegada a la realidad se tendrán modelos de trabajo y datos base que afectarán a las políticas oficiales como iniciativas privadas del sector ambiental a nivel latinoamericano.
Dijo que la data es un factor que incluye la recopilación de la estadística, matemáticas y el trabajo multidisciplinario de este sector permite tener el sustento para establecer políticas y directrices ambientales. “Tenemos el caso del portal datamexico, que fue lanzado por el gobierno federal; un primer paso para considerar de buena forma la recopilación de información para el sector oficial”.
El Data Science es una herramienta básica de operación para la toma de decisiones por lo que es necesario incentivar la formación de mujeres analistas, capacitadas en codificación, uso de plataformas de la nube y en procesos de ingeniería de datos, para tomar ventaja de las herramientas actuales utilizadas en esta profesión que será cada vez más demandada.
Explicó que un estudio desarrollado en 2020 por el Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), reportó que ese año se deforestó un 54% más de selva que lo sucedido en el año anterior. Esto es un ejemplo de cómo el Análisis de Datos permite utilizar la información para la proyección de escenarios, análisis y toma de decisiones en términos de sustentabilidad y medio ambiente».
FALTAN MUJERES EN LA CIENCIA DURA
Igualmente, destacó que sólo el 22 por ciento de todos los profesionales que trabajan en inteligencia artificial en todo el mundo son mujeres. La situación es aún más crítica con respecto a los investigadores de aprendizaje automático, de los cuales aproximadamente el 12 por ciento en todo el mundo son mujeres. El desequilibrio de género en la industria puede provocar “sesgos” en el análisis de los datos, mismos que pueden invisibilizar las necesidades de un mercado significativo como el femenino y con ello, provocar exclusión.
De acuerdo con información de Accenture and Girls Who Code, 4 de 10 mujeres a nivel mundial dejan las carreras relacionadas a la tecnología debido a factores culturales y en México, de todo el personal vinculado a la innovación sólo 35 por ciento son mujeres.