Marco Antonio Ruiz, director de la empresa maderera Indumark, explicó que el sector maderero fue muy vulnerable en estos tiempos de pandemia al no ser una industria esencial; se estima que la industria tuvo una caída del 30 por ciento y desde el segundo semestre del 2021 se tiene un crecimiento del 60 por ciento en productividad, aunque falta una reactivación total de las empresas.
El también presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maderera, dijo que en el Estado de México, las empresas forestales subsisten gracias a diversos apoyos estatales que certifican los bosques locales y pagan dicho trámite a los ejidos y empresas madereras.
Recordó que hace dos años se diálogo sobre poner una veda a bosques mexiquenses, aspecto que no prospero, ejemplificó que el municipio mexiquense de Amanalco es un caso de éxito con sus zonas forestales certificadas que han frenado la tala clandestina.
Mencionó que la pandemia causó que una tarima de madera de carga reciclada paso de 70 pesos a 140 pesos en los dos años; alza de costos que se debe a que las empresas sobrecompraron el producto y prevenir la escasez, que en la actualidad provoca una sobreinflación de los precios de este insumo.
La madera de importación mundial ha bajado y está industria va al alza en costos. Se estima que se ha encarecido del 40 al 60 por ciento en costos.
La Covid-19 derivó en que se tenga hasta un 30 a 35 por ciento de desabasto de madera en el país, pues no entra madera del extranjero, la cadena de desabasto ha sido global. En estas fechas, cada país consume su propia madera, debido a la contención de exportaciones. Se tienen mercados volátiles en gran forma que ha provocado un cambio radical para México.
Aceptó que en tiempos de la pandemia la tala clandestina creció porque la gente con desempleo se dedicó a esta actividad y se estima que hasta 40 por ciento de la madera que se consume en el país es de origen ilegal.
Sobre la tala clandestina dijo que falta seriedad de las autoridades de todo el país para atender el tema y poder dar opciones a los taladores para entrar a la formalidad y no dejar sin vegetación a los cerros y no dan nuevas oportunidades de regeneración de la tierra y vivir de forma sustentable de los bosques; los mayores productores del país son Edomex, Michoacán y Durango.
Ejemplificó que en el Estado de México son más de 100 mil millones de pesos de pérdida por la tala clandestina, aunado a los impactos del Cambio Climático; hizo un llamado para que gobierno, empresas y sociedad para salvar a esta industria.
El directivo forestal no dejo de puntualizar lo apremiante y lamentable que es la falta de presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) que padece del olvido oficial y no brinda el financiamiento adecuado, situación que será constante en lo restante del sexenio federal de la 4T.
SE MANTIENEN EN PIE LAS EMPRESAS FORESTALES
La empresa Tecnotabla by Proteak, enfocada a los muebles y maderas de diversos tipos se caracteriza por contar con plantaciones de 10 mil hectáreas de arbolado. Se informó que un 95 por ciento de su producción (arbolado de unos 5 a 6 años de edad) se va a Estados Unidos , Canadá y Asia, arbolado que es clon de sus progenitores y cuenta con gran calidad que le permite reducir a la mitad su tiempo de maduración. Algunas de sus plantaciones están en Campeche y Tabasco.
La empresa tiene 9 millones de árboles y cuya producción con 7 mil hectáreas de teca plantada y les convierte el tercero en el planeta con esta cantidad de arbolado y producción.
En el caso de la empresa Sideco, enfocada a venta de maquinaria de tallado de madera y plásticos acepta que en la actualidad es muy compleja la economía por las consecuencias de la pandemia. La crisis les golpea mucho debido a que la crisis de contenedores provoca que el costo de exportar un insumo tecnológico pasara de 2,500 dólares a 17 mil dólares.
Dichas empresas dialogarán con los sectores académicos y oficiales en la próxima MEM Industrial – Tecno Mueble Internacional que se desarrollará del 29 al 31 de marzo en la Ciudad de México, con la premisa de impulsar la economía circular en el sector forestal.