Las enfermedades renales aumentan en México y afectan a 12.2 por ciento de la población del país. Además, se calcula que el 15 por ciento de la población padecerá alguna de ellas en el próximo quinquenio, aseguró Horacio Cano, director médico de Renium, clínica de la Enfermedad Renal Crónica y centro de investigación en nefrología.
Chiapas es la entidad donde se tiene el aumento más significativo de enfermedades del riñón, y el 52.7 por ciento de las personas con este padecimiento son del sexo femenino, dijo.
De acuerdo al especialista, las enfermedades del riñón se asocian en gran medida a la mala alimentación: alta ingesta de grasas, azúcares y comestibles altamente procesados.
“Actualmente el 35 por ciento de las personas con diabetes padecen una Enfermedad Renal Crónica (ERC) y es una de las principales causas de atención de urgencias y hospitalización en Chiapas, además de estar entre las principales causas de muerte en esa entidad y el décimo primer sitio en el país”, mencionó.
El ERC es una enfermedad “silenciosa”, que cuando se detecta el paciente ya tiene el 70 por ciento de insuficiencia renal, aseguró el nefrólogo.
“ERC es paradójica: aparece por la pobreza en la alimentación y el costo de tratamiento implica inversiones muy altas por medicamento, trasplantes, consultas, estudios de laboratorio, dietas y hemodiálisis. El costo varía de 1,530.61 a 6,178 pesos mensuales por cada paciente”, mencionó el director médico de Renium que tiene una sucursal en Chiapas.
En la entidad, esta enfermedad se disparó y actualmente 8,067 pacientes necesitan el auxilio vital de una terapia de remplazo renal (TRR). “El 63.5% son pacientes de 20 a 64 años, es decir, población económicamente activa”.
El nefrólogo invitó a la población en general a cuidar hábitos alimenticios y checar sus niveles de glucosa y triglicéridos periódicamente porque “las enfermedades del riñón resultan irreversibles y peligrosas. Están asociadas a otros males crónico degenerativos como la diabetes e hipertensión”, aseguró el médico.
La prevención, dijo Cano, es el mejor antídoto contra la enfermedad renal que está asociada a dos males en ascenso en el país: obesidad y diabetes, ambas relacionadas a la pobreza alimentaria. Este factor presentó un sensible aumento a raíz del confinamiento derivado del confinamiento por Covid-19. El sedentarismo también tuvo un impacto notable en las ERC”.