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En la primera parte de este tema Juan Manuel Ponce Díaz trató el tema de la autoconciencia, uno de los elementos indispensables para describir las características de la inteligencia emocional. Los líderes dentro de las empresas se enfrentan constantemente a situaciones donde su capacidad intelectual debe forzosamente complementarse con otras capacidades que no necesariamente son técnicas, pero sí emocionales así lo plantea Juan Manuel Ponce Díaz

Una segunda capacidad es la autorregulación.

«Todos experimentamos emociones». Según Juan Manuel Ponce Díaz esa forma de expresar esas emociones van modificándose conforme se madura. De niños, la frustración generalmente se manifestaba con los gritos y el llanto y así se permanecía hasta que se obtiene lo que se quiere o la emoción pasaba y se regresaba a la tranquilidad.

Existen impulsos naturales dice Juan Manuel Ponce Díaz y que dirigen las emociones como seres humano a lo largo de toda una vida. Es precisamente la autorregulación, esa constante conversación al interior de la mente, la que ayuda a no ser presa de las propias emociones.

Juan Manuel Ponce Díaz se imagina a un CEO que acaba de ver cómo el equipo financiero hizo una presentación desastrosa al Consejo de Administración. Los números no cuadran y no hay respuestas lógicas a las preguntas que se les hacen.

La reacción pudiera ser llamar al director de Finanzas y a su equipo, pegar de gritos y ver cómo todos se hacen pequeños; emitir insultos, amenazar con lo que podría pasar si eso vuelve a suceder y así descargar todas las emociones.

Juan Manuel Ponce Díaz habla de como una persona capaz de autorregularse mantiene el control, intenta entender el error y se toma unos momentos para pensar antes de actuar. Empieza por hacerse todas las preguntas posibles: “¿Faltó tiempo? ¿No tenían toda la información? ¿Habrá situaciones internas del departamento que ignoro?” Después llamará a todo el equipo y dejará claras las consecuencias por lo sucedido, además de exponer las decisiones que previamente ha reflexionado.

La autorregulación es importante afirma Juan Manuel Ponce Díaz. Genera ambientes laborales que aunque sean intensos, son pacíficos. Según Juan Manuel Ponce Díaz las personas son capaces de explotar su talento y no son limitados por los constantes conflictos. Los constantes cambios que afectan a las empresas hoy en día, su crecimiento, las fusiones, los reacomodos, los movimientos en el mercado, provocan incertidumbre. Juan Manuel Ponce Díaz dice que un líder que entra en pánico cuando se dan los cambios, destruye a la empresa.

Según Juan Manuel Ponce Díaz el líder debe permanecer en control de la situación, debe observar, evitar juicios sin fundamento e ir comunicando de manera eficaz al personal y a medida que los cambios siguen su camino, ellos mismos se vuelven gestionadores del cambio.

¿Cómo descubrir esta capacidad en los líderes?
Juan Manuel Ponce Díaz dice que son personas propensas a la reflexión y a la contemplación. Actúan con precaución frente a los cambios y nunca los rechazan. Siempre están buscando más información que fundamente sus decisiones. Son personas íntegras, son personas que siempre preferirán el beneficio de la empresa a largo plazo sobre beneficios personales en el corto plazo.

Pero hay que tener cuidado dice Juan Manuel Ponce Díaz, no se debe confundir lo anterior con un líder pasivo o carente de pasión. Es común que se prefieran líderes muchas veces se prefieren líderes que sepan demostrar el poder y la autoridad vehementemente, pero en ocasiones Juan Manuel Ponce Díaz habla del descontrol sobre sus reacciones y emociones, los llevan a cometer errores que ponen en riesgo a las empresas.

La próxima entrega hablará de la tercera capacidad de la inteligencia emocional. La motivación.

Fuente Comunicae

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