Lograr una calidad de vida óptima en ocasiones resulta difícil, esto debido a la falta de interés por cuidarnos y tener un balance en nuestras actividades diarias. Estar bien con uno mismo es algo que se obtiene al reforzar cada una de las 6 variables que conforman nuestro bienestar. Así que, aquí te decimos cuáles son para que las identifiques y trabajes en aquellas que consideres necesitan especial atención:
La primera es la parte emocional: saber expresar nuestros sentimientos, así como entender los de los demás; en la parte intelectual, hay que tener el gusto y la inquietud de aprender nuevas cosas y saber cómo aplicarlas a la vida cotidiana; la variante ocupacional se relaciona a nuestra vida laboral, cómo es que nos sentimos en nuestro trabajo y cómo nos desarrollamos en él; el bienestar físico tiene que ver con el cuidado de nuestro cuerpo, mantenernos saludables física y mentalmente; socialmente: es fundamental construir un círculo armónico y cooperativo con nuestros familiares y amigos; y por último y no por ello, menos importante, la espiritualidad refleja nuestro ser, nuestros valores y creencias que adaptamos cada día de nuestra vida.
Cada una de estas variables tiene un nivel de importancia diferente dependiendo de las necesidades de cada persona. En el caso particular de las mujeres, las emociones, lo físico y lo espiritual tienen mayor relevancia. Por lo general, asociamos esta conexión al bienestar, al equilibrio y a permitirnos fluir con las circunstancias que vivimos todos los días. Esto es completamente cierto, pero hay que tomar en cuenta los siguientes aspectos para vivir en plenitud:
Sentirnos protegidos, seguros y a salvo; con ello nuestro cerebro no está en estado de alerta; ve las cosas desde un sentido más positivo y con entusiasmo, aún en situaciones adversas; fomenta un ambiente seguro, con la confianza de hablar y expresarnos de la mejor manera posible, de esta forma nuestro pensamiento fluirá y será coherente con lo que somos y la forma en la que lo expresamos; busca paz mental, ten claridad e identifica los pensamientos sobre las situaciones que vivimos y hacerlo con tranquilidad ayudará a ser más objetivos. Por último, el espíritu, aquello que forma parte de nosotros y que nos permite conocer el valor que le damos a cada una de las actividades que llevamos a cabo, las necesidades que tenemos y los conflictos existentes entre esos valores junto con las necesidades no satisfechas.
Dentro de estas necesidades no satisfechas recae el sueño, por ende, un buen descanso logra grandes beneficios en el día a día. De acuerdo con los expertos de Emma – The Sleep Company, es posible lograr la estabilidad entre cuerpo, mente y espíritu desde nuestro hogar, descansando las horas requeridas con un sueño reparador. También se necesita del ambiente adecuado y las herramientas correctas para lograr este equilibrio. El colchón es uno de los elementos más relevantes al momento de buscar un descanso reparador, pues aporta grandes beneficios a nuestra salud y Emma ha desarrollado el colchón más premiado de Europa de la mano de expertos en sueño, quienes también investigaron los elementos imprescindibles para cubrir las necesidades del cuerpo al dormir. Sus colchones ofrecen los siguientes beneficios: soporte para la columna, gracias a la estructura del colchón la presión es distribuida óptimamente por las distintas capas. Alivia la presión y aporta el soporte necesario para corregir la postura durante el sueño; adaptabilidad, la tecnología puntera de la espuma Airgocell® permite la adaptación progresiva del cuerpo gracias a su punto de elasticidad; termorregulador, los poros del tejido de su funda garantizan una correcta ventilación y transpirabilidad evitando así sudoraciones nocturnas y malos olores.
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