El tráfico ilegal de loros en México disminuyó 47 por ciento tras la veda decretada en octubre del 2008, afirmaron especialistas de las organizaciones Defenders of Wildlife de México, Teyeliz, A.C. y la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Dichas organizaciones informaron que México cuenta con 22 especies de loros y guacamayas, de las cuales 11 especies están clasificadas como en peligro de extinción, siete como amenazadas y cuatro bajo protección especial.
En 2008, una veda total prohibió la captura de psitácidos nativos para uso comercial porque se estimó que la captura ilícita anual era de 65.000 a 78.500 loros.
El reporte “Disminuye el Tráfico Ilegal de Psitácidos en México”, que analizó los aseguramientos de loros por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) encontró que hubo una disminución sustancial después de la veda del 2008. La disminución de aseguramientos junto con el aumento constante en el esfuerzo de inspección y de operativos de la PROFEPA, arrojó una disminución en el tráfico ilegal de loros del 47 por ciento tras la veda del 2008.
“La disminución del 47 por ciento del tráfico ilegal de loros tras la veda del 2008, significa que bajó la cantidad de loros capturados anualmente de 78,500 a 41,500. La veda de loros mexicanos está funcionando y se demuestra que sí se puede detener el tráfico de especies en México con el apoyo de las autoridades y de la ciudadanía” afirmó Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
El reporte expone que la disminución es real en México, incluso, en los Estados Unidos también ocurrió una disminución del 88 por ciento en aseguramientos de loros mexicanos.
“Hemos estimado que 31.000 a 37,000 psitácidos han dejado de ser capturados anualmente gracias a la disminución en el tráfico ilegal. Es decir, decenas de miles de loros se han quedado en las selvas y bosques para crecer, reproducirse y aumentar el tamaño de las poblaciones silvestres.
Aun así, el tráfico continúa y es necesario redoblar esfuerzos para erradicarlo en las próximas décadas” agregó María Elena Sánchez, presidenta de Teyeliz, A.C.
Los especialistas afirman que la explicación de la disminución del tráfico ilegal de loros es debida a la propia veda del 2008, que puso fin a la expedición de permisos de captura, lo que a su vez dificultó que los traficantes hicieran trampas y engañaran a las autoridades. También influyó una campaña de comunicación permanente en todo el país en la que se informó de la veda, de las amenazas a los loros y de las formas de denunciar la venta ilegal.
Al igual que el desarrollo de muchos programas de recuperación de loros, el aumento en los fondos para la conservación, programas de educación ambiental y usos alternativos de los loros como el aviturismo; y en menor medida, la importación masiva de especies de loros exóticos.
“Aún existe polémica alrededor de la efectividad de las vedas sin embargo el análisis estadístico realizado demuestra que el tráfico ilegal de loros disminuyó 47 por ciento gracias a la veda. Estas son buenas noticias para el aviturismo de loros que deja una derrama anual de más de 18 millones de dólares con la participación de más de 86 mil avituristas”, dijeron Emer García y Jesús Manuel Pimentel Ontiveros investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
Del análisis de los aseguramientos se desprende que las cinco especies más traficadas son el perico de frente naranja, loro de cachete amarillo, guacamaya verde, loro frente blanca y loro de cabeza amarilla. Así mismo, algunas de las especies que tuvieron mayores disminuciones en aseguramientos después de la veda fueron el loro de frente blanca con el 88% de disminución, perico verde con 72%, perico pecho sucio con 60%, entre otros.