Datos de ONU-Habitat señalan que en algunas zonas metropolitanas del país, como la Ciudad de México y su zona conurbada, las emisiones generadas por vehículos representan hasta 60% de la contaminación total por partículas suspendidas gruesas; por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que 14,700 mexicanos mueren cada año debido a enfermedades asociadas a la contaminación del aire.
Cabe señalar que la actividad carretera para el transporte y abasto de mercancías de las zonas metropolitanas tiene un impacto en el medio ambiente. Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, la movilización de productos ha cobrado relevancia debido al e-commerce.
De hecho, según datos de la consultora Mordor Intelligence, el comercio electrónico en México ascendió a 40,300 millones de dólares en 2021 y espera que alcance los 74,100 millones para 2025.
En 2021 había casi 57.5 millones de mexicanos usuarios del comercio electrónico, cifra 9 % mayor respecto al año anterior. La misma fuente espera que haya 77.9 millones de usuarios en 2025, lo que aumentará la presión sobre el medio ambiente con entregas breves y frecuentes que provocan congestión del tráfico. Ante este panorama, el uso inteligente de datos para la movilidad de mercancías en el país cobra relevancia.
Algunas medidas para hacer eficiente el transporte de mercancías y lograr obtener un ahorro de combustible se encuentran: compartir los trayectos y evitar los viajes unipersonales, circular a una velocidad constante y no muy alta, darle mantenimiento adecuado a la flota y apagar el aire acondicionado en la medida de lo posible.
En el mercado existen plataformas que permiten a las empresas recabar información para lograr una mayor eficiencia en el diseño de rutas de distribución de mercancías; la gestión y control del combustible, incluso para definir estrategias de seguridad.
Expertos de Sodexo Beneficios e Incentivos en movilidad recomiendan que para empezar a medir el ahorro de combustible es necesario saber cuáles son los costos y consumos actuales del usuario porque es posible que el auto gaste más combustible de lo que dice el fabricante. Una forma de saberlo es llenar el tanque hasta arriba y poner a cero el contador. En la próxima visita a la gasolinera se vuelve a llenar y se divide el costo total por el kilometraje para obtener el coste por kilómetro. Por ello, es necesario el mejorar el control y gasto de combustible de flotas, ya que cuenta con herramientas de gestión, productividad y consultoría, soportadas por la red de estaciones de servicio más amplia del país.