El excandidato presidencial Ricardo Anaya denunció el “ecocidio” que representa el Tren Maya y el “autoritarismo” de López Obrador al declararlo asunto de seguridad nacional, como un subterfugio “para brincarse todas las reglas en materia ambiental”.

Relata los efectos del cambio climático en el mundo y especialmente en México: la falta de agua en Nuevo León, más de 700 municipios en sequía, inundaciones en Tabasco, lluvias torrenciales en el Valle de México y “calores infernales” en el norte del país.

“Y viendo todo esto, de veras cuesta trabajo creer que López Obrador siga de necio con obras que solo agravan la situación”, y puso como ejemplo el daño ecológico ocasionado por la construcción de Dos Bocas, la quema de combustóleo en las termoeléctricas de la CFE y la fuga de gases contaminantes de Pemex.

“Es un hecho que para construir su absurda refinería destruyeron 230 hectáreas de manglares. Es un hecho que están quemando cada vez más combustóleo en las termoeléctricas de la CFE. Hasta la Agencia Espacial Europea (ESA) lo denunció, que en enero de este año PEMEX liberó a la atmósfera 40 mil toneladas de gas metano, desde una plataforma en el Golfo de México”.

Pero “lo que no tiene nombre”, denuncia Anaya, es la deforestación provocada por el Tren Maya, y el autoritarismo de López Obrador al declararlo asunto de seguridad nacional a fin de continuar las obras, sin importar los amparos y las advertencias de quienes el presidente “llama despectivamente seudoambientalistas”.

Anaya recuerda que el presidente había prometido que para construir el Tren Maya no se tiraría “ni un solo árbol”, lo que resultó “una mentira”, pues ya han deforestado más de 485 mil hectáreas de bosques y selvas. Para dar idea de lo que eso significa, basta recordar que el estadio Azteca no mide ni una hectárea.

“Y encima del crimen ecológico, el tiradero de dinero. Han cambiado tres veces la ruta, pero no en los planos, sino cuando ya habían tirado los árboles y las cosas ya estaban construidas”.

“El gobernante que no respeta la ley, por definición es un autoritario. Y eso es López Obrador”, asegura Anaya, por eso “lo pinta de cuerpo entero” el haber dicho: “No me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”.

“Gobernar no es un juego; informar no es un circo; y el cuidado del medio ambiente no es un asunto menor, ni un invento” de los ambientalistas, le aclara Anaya al presidente.

“La Tierra es el hogar de la humanidad, y México es una parte especial de ese hogar, una joya natural que guarda tesoros únicos. Estamos obligados a cuidar ese hogar. No tenemos otro. Nos toca cuidar, nos toca conservar, nos toca construir”, reflexiona Anaya.

 

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