La Secretaría de Marina-Armada de México celebró los 40 años del Buque Escuela Velero “Cuauhtémoc” (BE-01) como parte de su flota naval; cuya misión es exaltar el espíritu marinero y llevar consigo un mensaje de paz y buena voluntad a las naciones.
A lo largo de estas cuatro décadas, el “Embajador y Caballero de los Mares” ha realizado 42 cruceros de instrucción y visitado 217 puertos de 63 países, contabilizando seis mil 432 días en altamar y más de 829 mil millas náuticas navegadas, lo que equivale a poco más de 38 vueltas alrededor del mundo.
Como parte de los cruceros de instrucción realizados, destacan: tres viajes de circunnavegación; la Regata Velas Latinoamérica 2018; el Crucero de Instrucción “Europa del Norte 2019”, donde navegó 226 días y visitó 15 puertos de 11 países en el mundo; y la Regata Velas Latinoamérica 2022, donde visitó Balboa, Panamá; Cartagena de Indias, Colombia; Santo Domingo, República Dominicana; Curazao, Antillas Holandesas; y Veracruz, México.
Es importante destacar que durante la navegación, a bordo del Buque Escuela Velero “Cuauhtémoc”, se lleva a cabo un programa de estudios destinado a complementar la formación de los cadetes de la Armada de México, por lo que cada actividad está dedicada al fortalecimiento de sus conocimientos, así como al mantenimiento del navío en perfecto estado de funcionamiento.
Cabe mencionar que el BE-01 “Cuauhtémoc” fue construido en 1981, en los astilleros y talleres de Celaya, Bilbao, España, habiendo sido entregado a la Armada de México en 1982, en el muelle de Santurce, Bilbao, denominándose como mexicano al enarbolar el pabellón nacional.
Fue un proyecto del Ingeniero Naval Juan José Alonso Verástegui y su primer comandante fue el Capitán de Navío Manuel Zermeño Peón, quien estuvo al mando de la dotación que recibió el buque y llevó a cabo la Operación Barlovento 82, Crucero de Instrucción Inaugural para los Cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, tripulación que se encargó de llevar el bajel a aguas mexicanas.
Un dato curioso y que pocos conocen, es que a bordo del BE-01 “Cuauhtémoc”, una de las principales maneras de mantener viva la llama de la exaltación del espíritu marinero entre quienes se embarcan en su seno, es celebrar sus tradiciones marineras; ejemplo de lo anterior es solicitar el permiso de Neptuno (deidad romana de los mares) para traspasar la línea del Ecuador, o de Cronos (dios griego del tiempo), para cruzar el antimeridiano o la línea internacional del tiempo.
Otro dato relevante del buque, es que su proa lleva la efigie de Cuauhtémoc, nombre con el que fue denominado el navío en honor al último emperador azteca, que representa su estirpe guerrera, reconocida por su valentía.