La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal hizo un llamado a fortalecer la conciencia colectiva y realizar acciones a fin de proteger a las abejas, insectos que, junto con otros polinizadores, garantizan la biodiversidad y la seguridad alimentaria, pues por lo menos 75 por ciento de los cultivos de alimentos requieren ser polinizados.
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera, expresó: “salvemos a las abejas y salvémonos a nosotros”.
La supervivencia de los ecosistemas y de muchos cultivos depende de los polinizadores. Con información de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo que la actividad humana amenaza a las abejas; está en peligro de extinción el 35 por ciento de los polinizadores invertebrados, como las abejas y las mariposas, y el 17 por ciento de los vertebrados, como los murciélagos.
Además, hay una disminución preocupante de las poblaciones de todos los polinizadores. Las causas están en las prácticas agrícolas, en particular el monocultivo, el uso de plaguicidas, incluidos insecticidas neonicotinoides, las enfermedades y plagas, el cambio de uso de suelo y el calentamiento global, indicó.
Consideró que la política pública tiene una alta responsabilidad en la preservación y cuidado de las abejas y, por eso, es importante mantener esfuerzos como el decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020, que ordena la eliminación gradual del glifosato y restringe el uso de maíz transgénico.
Persistamos en el cumplimiento del decreto y exhibamos a las empresas que apuestan por su uso, expresó al tiempo que llamó también a la ciudadanía a realizar acciones en favor de las abejas, como reforestar, no deforestar, sembrar jardines y flores y no usar plaguicidas.
La integrante del Colectivo de Comunidades Mayas de Los Chenes, Leydy Pech, dijo que las abejas aportan y contribuyen a la conservación del territorio de la península de Yucatán.
Leydy Pech, conocida mundialmente como “la Guardiana de las abejas”, y quien fue galardonada en 2020 con el Premio Medioambiental Goldman, dijo que las abejas son patrimonio de las familias campesinas y su destrucción amenaza la posibilidad de que las generaciones futuras del pueblo Maya se queden en su tierra y puedan trabajar allí.
Exigió que la política pública establezca con prioridad mecanismos para garantizar la permanencia y conservación de las abejas y del territorio. No es una responsabilidad sólo de los apicultores o los meliponicultores, es de todos, pues la abeja realiza aportaciones ambientales y alimentarias invaluables.
“Hay que prohibir ese uso de plaguicidas, hay que prohibir la deforestación, y si eso no sucede, si eso no se garantiza, es muy difícil que podamos garantizar el futuro de nuestras siguientes generaciones”, expresó.