Las cerezas de verano nos han aportado su exquisito sabor y múltiples beneficios durante estos meses y es que esta fruta de temporada es una de las favoritas de los mexicanos, por lo que uno de los deseos presentes durante agosto, es conservar nuestras cerezas y poder disfrutar de ellas cuando se te antojen. ¿esto se puede? ¡Sí!, y Cerezas del Noroeste te dice todo lo que necesitas saber para lograrlo.
Antes de entrar en detalles, ¿Sabías que las cerezas son consideradas una super fruta? Expertos en salud la consideran un gran alimento gracias a sus beneficios tanto a nivel cardiovascular, neuronal, nutricional, entre muchas otras, por lo que su ingesta constante además de hacernos felices es ideal para consentir a nuestro cuerpo y salud.
Las cerezas de verano son tan versátiles que, aunque darle una mordida a una cereza fresca es toda una experiencia, podemos utilizarla en todo tipo de platillos, desde dulces hasta salados, permitiéndonos explorar nuevos sabores y texturas.
“Las cerezas son tan nobles, que nos permiten disfrutar de su sabor fuera de temporada, eso sí, con las recomendaciones pertinentes que harán que puedas comerlas cuando se te antojen sin importar la temporalidad”, dijo Juan Carlos Moreira, representante en México de las Cerezas del Noroeste.
Teniendo esto en cuenta, llegó la hora de disfrutar al máximo tus cerezas con los mejores tips:
Lávalas y sécalas
Para la conservación perfecta de tus cerezas es elemental tenerlas listas para su consumo; por lo que debes lavarlas bien con agua pura, secarlas y quitarles la ramita e incluso deshuesarlas antes del siguiente paso.
¡Congélalas!
Las cerezas de verano conservan su sabor por mucho más tiempo cuando se encuentran a una temperatura menor a los -10°, por lo que antes de meterlas al congelador, te recomendamos meterlas en bolsas resellables marcados con la fecha de empaque. Una vez que hiciste esto, recuerda que no debes saturar el congelador para mantener una temperatura estable y para que se congelen mucho más rápido, coloca las bolsas sobre las repisas del congelador manteniendo un espacio entre ellas. ¡Disfrutalas!
¡Disfruta su sabor sin temporalidad!
No importa el momento en el que tus cerezas se te antojen. Lo único que debes hacer es sacar la cantidad que quieras ingerir del congelador y dejar el resto dentro de la bolsa y volver a congelar de forma inmediata. ¡Disfrútalas como lo desees; ¡en ensaladas, batidos o a mordidas!
¡Corre por tus cerezas antes de que se acaben, recuerda que las puedes encontrar en tu mercado sobre ruedas favorito o en tu tienda de autoservicio cercana!