De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Ventas en Línea, 82% de las personas que no compran en línea, lo hacen por seguridad. Es preciso que los proveedores de servicios y marcas generen una estrategia que cubra los conceptos básicos de la ciberseguridad en el comercio electrónico: Confidencialidad, Integridad y Accesibilidad (o la tríada CIA). Carlos Arroyo, Vertical Director & Nearshore Head de NEORIS hace un análisis sobre la relevancia de la confianza de los consumidores para el e-commerce
La coyuntura vivida los últimos dos años fue un acelerador de la transición al comercio electrónico, llevando a posicionarlo como parte esencial dentro del mercado minorista.
Este crecimiento ha creado una ciberdependencia notable y una necesidad constante de innovación técnica. A largo plazo, esto no se detendrá; por el contrario, el mercado de comercio electrónico podría aumentar de $3.3 billones a $5.4 billones para 2026, según Morgan Stanley.
Para alcanzar este crecimiento es imprescindible incrementar la confianza de los usuarios hacia las diferentes plataformas de pagos y transacciones. ¿Qué sucede si después de una gran experiencia, el cliente recibe una alerta de que alguien está usando sus datos para realizar otra compra? Acá la ciberseguridad cobra un papel esencial, no solo de la experiencia del cliente con el comercio electrónico, sino de la posibilidad para que las marcas fidelicen a sus consumidores y logren consolidar relaciones a largo plazo.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Ventas en Línea, el 82% de las personas que actualmente no compra en línea, señala que es por seguridad. Además, el 75% menciona temor a dejar sus datos personales en línea. En realidad, incluso en los mercados maduros, la confianza sigue siendo un problema.
Garantizar que la percepción de confianza tenga un enfoque holístico, no se trata solo de contar con la mejor tecnología, requiere asegurar que la estrategia cubra los conceptos básicos de la ciberseguridad en el comercio electrónico: Confidencialidad, Integridad y Accesibilidad (o la tríada CIA).
Algunas formas básicas, pero eficientes, para mejorar en estos tres frentes:
- Pago seguro. Las transacciones de pago son uno de los puntos más sensibles. Por ello, adherirse al Payment Card Industry Data Security Standard (PCI DSS), una norma de seguridad de la información para las organizaciones que manejan tarjetas de crédito asegura que la información y datos recolectados y transmitidos en el proceso de pago, son almacenados de forma segura.
- Autenticación reforzada. Los accesos a la información sensible deben tener una Autenticación Multifactor (MFA por sus siglas en inglés), una autenticación de 2 factores (2FA), o bien, una verificación de 2 pasos (Two-Step Verification o 2SV).
- Subir a la empresa a la ola de la Regulación General de Protección de Datos. Hoy más que nunca, los temas de seguridad sobre la información personal cobran gran relevancia, especialmente con la publicación de la General Data Protection Regulation (GDPR), iniciada en Europa y adoptada por la mayoría de los países.
- Crear una cadena de concientización en las organizaciones. Los problemas de seguridad surgen como resultado de descuidos de los equipos internos. Crear conciencia sobre ingeniería social, cómo evitar el phishing y buenas prácticas para cuidar la información sensible y personal, son clave para generar confianza y seguridad.
Finalmente, lo único que quieren los usuarios es tener una gran experiencia de compra con la plataforma. Cualquier gran experiencia, comienza con el pilar de la confianza, señala Carlos Arroyo, Vertical Director & Nearshore Head de NEORIS.
Fuente Comunicae
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