El director general para Syngenta para Latinoamérica Norte y México, Javier Valdés, dijo que en las entidades del bajío los cultivos predominantes son el maíz, sorgo, agave y hortalizas -para exportación-, que han podido crecer en rendimiento al usar mejores tecnologías agrícolas.

Ejemplificó que en está zona del país se trabaja para que plantas como el maíz tengan una raíz más extensa y absorba la poca humedad del suelo en lo semidesértico de Querétaro, Guanajuato y sus vecinos. Mientras que en el occidente el agave está presente en 300 mil hectáreas, y no requiere tanta humedad. Lo que impulsan es que sus piñones absorban más azúcar para su posterior corte. Aunado a tener hijuelos fuertes para defenderse de las plagas y enfermedades.

Indicó que el trabajo a favor de la tecnología agrícola se presenta de mejor manera con los gobiernos estatales, no tanto la Federación, a excepción del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuaria (Inifap) y la Secretaría de Agricultura federal (Sader). “Tenemos una gran sinergia con Zacatecas, Chihuahua y Coahuila en frijol, que tienen poca lluvia y se les dota de semilla más eficientes que absorbe de forma adecuada la poca agua que les llega y tenemos un crecimiento de 30 a 40 por ciento de las cosechas.

Añadió que el programa LivinGro que implementan en conjunto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la UNAM busca generar datos científicos sólidos y completos que midan de manera confiable cómo las tecnologías agrícolas y las buenas prácticas agrícolas aplicadas a los cultivos que se cosechan en las proximidades de los márgenes multifuncionales pueden impulsar tanto la producción sostenible de alimentos como los ecosistemas saludables.

México es el noveno productor de alimentos del mundo. En materia del tema de autosuficiencia alimentaria, se tiene un superhabit de 7 mil millones de dólares y la generación de riqueza en el campo aumentó gracias a producir más alimentos.

“A futuro se aprecia un mismo ritmo y los agricultores del bajío como el occidente estimamos que diversificaran sus cultivos para adentrarse con más fuerza en las exportaciones. Requerimos aprovechar la región centro bajío del país para utilizar las lluvias y potenciar sus siembras, aunado a que el sureste nació al tiene grandes oportunidad de desarrollo por su clima”, dijo.

Explicó que la Secretaría de Agricultura federal colabora con Syngenta en el proyecto Operación Polinizador con la ONG Sustainable Agriculture Network, productores y socios científicos siendo más de 46 agricultores con los que han implementado el proyecto en estados como Sinaloa, Sonora, Jalisco, Puebla Michoacán y Guanajuato. No olvidar que el mercado mundial exige nuevas normas de conservación ambiental y cumplan ese componente de fomento a la ecología.

Se deben sistemas de producción adecuadas para los suelos erosionados en el país, que pueden agravarse por cultivos mal aplicados; como es el viejo sistema de roza, tumba y quema. Se debe analizar que tipo de cultivos son los ideales para las regiones del país, acotó.

El reto de una agricultura regenerativa y tecnificada es llegar a 5 millones de unidades de producción, la transferencia tecnológica, como la capacitación del agricultor, aceptó.

En relación a las producciones orgánicas, indicó que “existe un incremento en productos con menor carga química para controlar plagas, a diferencia de otros fungicidas. Todo parte del consumidor que quiere alimentos más saludables».

Comentó que han capacitado en México a más de 800 mil agricultores en mejor uso del suelo y recursos naturales con un impacto de más de un millón de hectáreas, aspecto que engloban en su política de agricultura regenerativa.

Por su parte, Patricia Toledo, directora de Negocios Sustentables  de Syngenta para Latinoamérica Norte y México, indicó que el objetivo de la tecnología en la agricultura es crear un ecosistema sustentable y que el pequeño productor tenga acceso a nuevas técnicas de cultivo. Por ello, se labora con instancias públicas como privadas en ciencia para enfocarse a tener parcelas verdes y eficientes.

El principal actor es el agricultor que si quiere tecnologías y aprecia los resultados de los cultivos, permite que estos modelos de agricultura tecnificada se replique, detalló.

 

 

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