Fernando Gibran Mondragón, encargado de Desarrollo de Negocios de Balluff -empresa de software 4.0-, detalló que las capitales más productivas del país son los sitios ideales para la promoción de la adopción de la Industria 4.0 y sus sistemas digitales, ciudades como son Querétaro, León, Ciudad de México, Toluca, Monterrey, Saltillo, Guadalajara, principalmente.
El bajío y el norte son los más fuertes en adopción de la tecnología 4.0, en especial las empresas de Querétaro, Guanajuato, Jalisco. Mientras que en la frontera norte las grandes urbes de dicha zona.
Recordó que la Industria 4.0 tiene la ventaja de ser un elemento que impulsa desarrollos de soluciones y proyectos llave en mano a los clientes, es hacer un traje a la medida.
Por su parte, Rodrigo Velasco, gerente nacional de Ventas de Balluff, mencionó que la transición a una industria 4.0 implica diversos retos como es la implementación de software y pagar licenciamientos, pero las pequeñas y medianas empresas (pymes) empiezan a dar sus primeros pasos en adopción de tecnología 4.0.
Indicó que la digitalización de las empresas comienza con el conocimiento de los altos desafíos que deben ser monitoreados en sus puntos críticos y generar data de análisis.
La digitalización industrial permite conocer la capacidad productiva y de desempeño de la instalaciones empresariales, además de generar modelos de simulación para identificar las capacidades a desarrollar en sus instalaciones.
Acepta que los clientes corporativos en México están muy cerrados a brindar datos en la Nube, que es comprensible por la naturaleza cultural de resistencia al cambio que impide confiar subir datos, que espera continúe modificándose de forma paulatina.
Mencionó que debido a la pandemia y la crisis económica los costos de adopción de este tipo de tecnologías se elevaron un 5 por ciento.
“Hace 5 años era uno de cada 10 empresas que tenía un plan de Industria 4.0, a diferencia de hoy que son 4 de cada 10, un gran cambio que se dio tras la pandemia”, acertó.
Por su parte, Fernando Gibran Mondragón, encargado de Desarrollo de Negocios de Balluff, mencionó que “hemos notado reticencia a su adopción, siendo su principal exponente el sector automotriz y farmacéutica en el país y en el mundo. En el caso de los alimentos y mineras son maquinarias viejas pero se han abierto para tener estrategias globales para manejo de datos y se bajan estrategias para estar al día con la comercialización mundial.
Agregó que las pymes si están abiertas a implementar la industria 4.0 a menor escala con su capacidad propia que les hace cortar medidas y acciones. Es complicado pero si es factible el adoptarla. No de forma tan compleja como un gran corporativo.