La celebración de estas fiestas patrias 2022 se ha encarecido en el país en un 22 por ciento por la inflación. El año pasado el gasto promedio fue de 1,050.50 pesos y este año será de 1,290.71 pesos acorde a un sondeo realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).

Dicho sondeo de mercado se realizó en siete Estados de la República, para consignar lo que eventualmente podría costar a las familias dar el Grito de Independencia este 15 de septiembre con una tradicional cena para diez personas.

De acuerdo a los resultados obtenidos, el Estado donde saldrá más caro tener esta cena de celebración será en Guanajuato con 1,513.00; le siguen en su orden, Tabasco, 1,400.50; Hidalgo, 1,329.00; CDMX, 1,257.50; Querétaro, 1,205.50 pesos; Estado de México, 1,182.00 y, finalmente, Sinaloa, con el menor gasto estimado, 1,147.00, algo que será dificil para el pueblo de México que sobrevive como puede a un 16 por ciento de inflación en el precio de los alimentos esenciales

De este estudio sobresale que entidades clave para la Independencia del país como es Guanajuato, Querétaro y Ciudad de México,  son top 5 donde los alimentos están más caros y por ende, los costos de los alimentos en casa como en los restaurantes suban sus precios para la fiesta patria.

El sondeo no contempla bebidas alcohólicas; aquellas familias que opten por incluirlas seguro triplicarán la erogación señalada.

“La inflación no deja títere con cabeza y no perdona ningún momento de consumo, terminando por encarecer los productos del mercado y empobrecer la posibilidad de compra de los consumidores mexicanos”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

La realidad es que la inflación es un impuesto que golpea fundamentalmente a las familias más vulnerables y de mayor esfuerzo en el país, es un impuesto a la pobreza, a su vez generador de una mayor cantidad de pobres. Según la CEPAL, en lo que va de este mandato, dos millones y medio de mexicanos han pasado a ser pobres.

“La inflación de 8.62 por ciento en julio, claramente devoró el 6.7 por ciento de aumento salarial que tuvieron los trabajadores formales del país en febrero, teniendo una pérdida en su poder adquisitivo de 1.34 por ciento, esto sin considerar la galopante subida de precios en los alimentos”, agregó Rivera.

Aunado a que la producción agrícola sigue estando por debajo del consumo nacional, circunstancia que nos obliga a importar mucho de lo que comemos y a padecer de una dependencia alimentaria, aunado que en este cierre de año el invierno demandará mayor consumo energético para llevar calor a los hogares, habrá que importar una mayor cantidad de gas natural para la producción de energía eléctrica, indicó.

 

 

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